Personajes que merodean a mi alrededor

Ayer pensaba que no tenía a penas anécdotas nuevas de ámbito tiendil. Está claro que la realidad es que no había reparado en ellas porque haberlas haylas.

Hay un personaje muy recurrido en la tienda en la que trabajo ahora, mujeres de pelo rubio tono 9-hollywood de Loreal, labios colagenados, camiseta prietita y pantalones tejanos rectos. Llevan bolsos de Donna Karan o Versace, de los que estoy segura un 90% son de mercadillo y el 10% restante de algún Outlet del Goierri. Las reconozco sin verlas, al oír el paso al entrar puedo intuirlas, paso lento y firme con tacones medios de zapatos de Zara. Levanto la vista y mi intuición no me había fallado, es una de ellas. Saludo y ellas habitualmente no responden. No quieren mi ayuda, "Sólo están mirando"...¡Ya! Lo que pasa es que quieren poder rebuscar entre las rebajas sin que yo vea que han entrado solo a encontrar algo tirado de precio con el nombre de la marca lo más grande posible. En un tono que no suena a nada parecido al respeto me llaman: ¿Me ayudas? con cara de que huele a pescado, y pidiéndome ayuda creyendo que no les puedo ayudar. Quieren algo pero no saben qué,... un sujetador que les realce pero no tenga mucho relleno, que les haga tres tallas más de pecho pero que sea naturalque no se transparente pero que sea oscuro, que no les marque pero que tenga encajes... vamos, que quieren unas tetas de silicona a 40 euros (eso si no se empeñan en encontrarlas entre los de rebajas).

El típico macho marconi que se compra el slip que yo creía que solo llevaban los señores mayores. También les gustan los de colores, los que llevan strass en la cinturilla. Llevan camisetas que bien podrían ser de sus novias, no solo por lo estrecho, también por lo largo. Lucen con orgullo pantalones estrechos y culillo apretado, y llevan las cejas depiladas como sus madres. No vienen solos, colgadas de la mano llevan una novia choni que farda de cachitas hortera.

Muchas veces las madres vienen a por calzoncillos, me queda claro que al llegar a casa oirán un: ama, eso no me lo pongo ni loco, ¡ya te han engañado! Doy fe de que no engaño a nadie, yo intento que se lleven lo que a mí me gusta, pero las madres son las personas con las ideas más claras del mundo. Van de que están abiertas a mi opinión y mis consejos, pero se llevan el primero que miraron, incluso si no hay talla, da lo mismo, la que quede.



Todos y cada uno de ellos quieren lujo en oferta, pretenden parecer Eva Mendes y se prueban 30 sujetadores sin exito por culpa de las altas expectativas ¿O por mi culpa? Ellos no lo tienen muy claro.
Muchos más personajes habitan en mi mundo de firma desmejorada y rebajas de hace tres temporadas,... mañana más!