Soñar despierta siempre se me ha dado bien. He invertido muchas horas de mis días, muchos días de mi vida en perderme en mis fantasías. Aprendí que eso era, como otros muchas cosas mías, un mecanismo más para salir de la realidad, y me enseñaron que podría llegar un momento en que no intentara hacer las cosas en la vida real porque en mis ensoñaciones ya las había hecho y re-hecho y me habían salido bien. Controlé ese instinto soñador hasta cierto punto, porque soñar sueño mucho, aunque ya la mayoría de las veces lo hago solo dormida.
Hay una línea que separa tener ilusiones y vivir en ellas... una línea en ocasiones extremadamente fina, una barrera que en algunas personalidades es muy fácil de traspasar. Tener sueños, ilusiones, proyectos, metas,... es necesario para vivir, para tener ganas, para no perder la motivación que te empuja a cumplirlas, a tener la vida que más se asemeje a lo que te gustaría vivir.
Mis metas están ahora un poco difusas.... diluidas entre sueños, ilusiones y ganas, sobre todo ganas de hacer, de avanzar, de crecer, de aprender, sobre todo tengo ganas de aprender, de saber. Ahora me pica la mosca del conocimiento, del desarrollo personal, pero sé muy bien que eso no da de comer a corto plazo, habrá que apretarse el cinturón.
Sueño con vivir tranquila, pero no aburrida. Vivir en libertad,... libertad para conmigo misma, pero unida a la gente que quiero. No todo es tan profundo, tan poco material, porque también sueño con el día en que tenga mi casa, mi familia, mi vida. Por soñar soñaría con una vida despreocupada, en loft en Manhatan, en un ático en el centro de alguna ciudad a todo lujo,... pero ahí es dónde está la línea entre divagar un poquito y creerte ilusiones irreales del todo. Ya no pienso que eso es el idílico futuro que me haría feliz. Ni un vestidor de dos estancias, eso ya no... hay cosas mucho más importantes que me dan más vida.
Eso sí, un minutito a la semana me permito soñar con ese vestidor de dos estancias y piscina interior climatizada en un ático.... pero no echo el euromillón a penas una vez al mes... prefiero tomarme un café tranquilamente con los dos euros que cuesta sellarlo, pequeños placeres que dan sentido a la life!
Poquito a poco entendiendo que no vale la pena andar por andar, que es mejor caminar para ir creciendo...