XXI, Nº4

El paso del tiempo es el mismo un mes que el siguiente, no hay minuto mas largo que otro, no hay día que dure más horas aunque en ocasiones lo parezca.

Han pasado cuatro meses desde el 21 de marzo y no sé si me parece que el tiempo ha volado, o siento que hayan transcurrido muchos más minutos desde entonces. Sí, recuerdo esos días de febrero en los que flipaba por la conexión, en los que me sorprendía de que aquel chico me escribiera mensajes por facebook sin faltas...(estaba acostumbrada a cosas como havrir por abrir). Del invierno a la primavera habiendo comenzado en el Udaberri... y ya estamos en verano! Aquella conexión no era una alucinación post-rebajas, era real y hoy crece, aunque a veces sienta que he perdido la capacidad de divagar con tanto pasteleo. Las faltas se me escapan más a mí que tanto voy de: oh Dios mío, una falta! pues sí, soy humana, y se me escurren de vez en cuando (aunque, no es por excusarme, pero casi todas son por una mala mecanografía ejemm.




Un libro de El Bosco reposa ahora mismo "al meu costat" para recordarme que hay quien se queda con mis palabras, las escucha y las almacena. Para dejarme claro que puedo ser yo, y que hay a quién le gusta. Aprendo contigo, y me gusta pensar que tú aprendes algo de mí también de vez en cuando.

Cientos de fotos avalan nuestros recuerdos, apiladas en paredes, ordenadores, marcos y "El álbum"... Y sigo viviendo una historia preciosa día a día, queriendo más de esto... deseando que dure siempre. No puedo mirar adelante sin verte a ti, porque sé que estás en "el adelante". Nada de lo que había deseado se acercaba a lo que en la realidad está sucediendo, y es que si hay una persona que cuadra con cada uno, yo ya he encontrado a mi persona.


No sé dónde estaré el siguiente 21, pero sí sé que seguirá siendo 21 y seguiré estando contigo. Muchas gracias por hacerme sentir una persona especial, por cuidarme tan bien y por dejarme quererte y ser tu peor pesadilla. t'estimo molt, moltíssim.