martes, 27 de julio de 2010

querido diario

"Querido diario:

No tengo nada demasiado interesante que contar, pues hoy no he hecho nada especial." Así comienzan una y otra página de mis diarios infantiles y de adolescencia, curiosamente comenzaba diciendo que no tenía nada que contar y me enrollaba páginas y páginas divagando sobre mis pensamientos o simplemente contando cada uno de los movimientos del día del chico de clase que me gustara en el momento. Tengo decenas de diarios en mi cajón de las cosas que no se tiran pero que tampoco sirven para nada, ninguno de ellos está escrito hasta la ultima página, siempre me regalaban uno nuevo que me entraban ganas de estrenar antes de terminar el último.

Ahora, a las 11 y media de la noche he hecho un paréntesis en mi escritura diaria para ir a llevarle comida a la Summer, he llegado a su casita con un tupper lleno de albóndigas y algunos canelones, en cuanto los ha olido ha sabido que tocaba "cena humana", y se pone tan happy... la felicidad le dura más que las albóndigas, y menos mal porque las traga en dos centésimas de segundo, es una perra.

Ahora estoy haciéndome la comida para mañana, y de reojo veo a Sharp en la cocina. Sharp lleva en mi casa casi tanto como mi hermano mediano, unos 20 años. Tiene su lugar propio, uno bastante grande porque no es precisamente un microondas de ultima generación (sí en mi casa el microondas tiene su nombre propio), es de aquellos de finales de los 80, enorme y con función de horno para asar pollos... nadie ha asado nada en mi casa con Sharp, doy fe. Somos su familia, aunque pongo en duda su fidelidad, lo raro es que alguno de nosotros no tenga 6 dedos en una mano o un tercer ojo, porque estoy segura de que nos echa bastante radiación, normal, el pobre no tiene otra manera de pedir la jubilación tan merecida tras 20 años de calentar desayunos y recalentar pizza en días de resaca. Hay momentos en los que temo por su vida y por la mía propia, hace unas "interferencias" en forma de luz cuando le colocas mal alguna chapa o se queda húmedo al limpiarlo que acojona bastante... Me pregunto cómo será la vida cuando nos abandone, está tan integrado en la vida familiar que ya no sé cómo será la vida sin él.



Mañana es miércoles, el ecuador de la semana laborable,(esta semana que el sábado es fiesta). Lunes y martes han pasado sin mucho que decir, pero mejorándome por segundos. Atrás los días de sensibilidad extrema. Soy consciente de que además de que las hormonas me desequilibren en algunos momentos, estoy pasando por un momento de desenganche del fantasmón, pasando una fase, cambiando de momento vital... es un buen paso, es seguir el camino hacia adelante, hacia arriba. Pero es transición, y como toda transición hay un momento en que el cambio te hace tambalear, da miedo sentir que se abandona del todo algo que te acompañó muchísimo más tiempo del que puedas recordar. Y sí, dejo de tambalearme y de agarrarme a aquel clavo ardiendo que ya no sujeta nada, y sigo el caminito, pasos firmes sobre suelo duro. ¡Bien! al fin sé que no pasa nada si no me pasa nada, que mi ombligo no manda en mi día a día.

Dichas todas estas tonterías me reitero... hoy no tengo nada interesante que contar.

3 comentarios:

  1. rodos lo tienenmartes, julio 27, 2010

    donde no hay nada siempre hay algo...
    porque nos empeñamos en guardarnos cosas pese a que nos hayan hecho daño? hay que ser mas redical o dióegenes se apoderará de nosotros.

    ResponderEliminar
  2. Pues mira, a mí me ha parecido muy interesante, la verdad :P

    Ay, que te pierdes, jajajaja :) Oye, que no me has enviado las dos fotuelas por Mail... cómo va todo??? Mua mua

    ResponderEliminar
  3. en cuanto llegue a casa esta noche te las mando...se me fue el santo al cielo.
    merci por leerme!:)

    ResponderEliminar