jueves, 22 de julio de 2010

Jueves lluvioso

Ayer fue mi primera vez... mi primera peli en 3D!!! No me sentí tan ridícula como había imaginado, supongo que cuenta el hecho de que el resto de los que veían la peli también llevaban las dichosas gafas, y todos con la vergüenza de que nos vieran no mirábamos a los otros. No me parece un gran invento, es más, sospecho que desaparecerá en algún momento de los cines. Porque si ya es caro ir al cine, por la tontería del 3D el precio se sube a la parra. Cuando me puse las gafas veía toda la montura, pensé que tendría que ver toda la película con las gafas quitadas viendo la peli en modo "borrachera", pero no, a los pocos minutos ya enfocaba por dentro de ellas, eso sí, el cabezón de delante no desapareció.

Detrás de mí el típico tonto que se ríe de todo, incluidos los créditos del final. SI estas personas se limitaran a reírse no sería ni tan malo, lo realmente molesto es que repiten en alto lo que tanta gracia les ha hecho. No sé si será un intento de que el resto de la sala entienda eso tan gracioso que nadie más que él ha captado^^.



No he dicho que la película que vi ayer fue Toy Story3,... había obviado ese detalle. Me quedé loca con el mono que tocaba los platillos, ahora tengo una visión diferente de los monos, me dan miedo!! Los payasos siempre me han dado miedo, pero es que al que aparece en Toy STory solo le falta un vaso de Brandy, es la fiel imagen que tengo de los payasos, terroríficos. ¿Y el teléfono? Massa... me gustaron estos tres personajillos, poco rato pero con muchos puntitos.


Hoy es un día pasadito por agua, un 22 de Julio muy veraniego que en mi traductor interno significa más clientes. Al menos significaría eso si realmente la lógica aplastante lo fuese tanto, los años trabajando de cara al público me han enseñado que es mejor no hacer elucubraciones tempranas, nunca llegaremos a comprender del todo lo que impulsa a la marea de gente a subir o bajar. Ayer sin ir más lejos no había nadie, y de repente la tienda se llenó, y en media hora hice el 60% de la caja del día... son momentos.


He confirmado de nuevo lo complejo de la mente humana, al menos de la mía. Estoy sintiendo cosas con tanta intensidad, tan desconocidas que mi cabezón no sabe muy bien cómo asimilarlas, en qué lugar colocarlas. Y como recurso más habitual ante una sensación desbordada, lloro, sin sentir nada malo, sin motivo de lágrima. Supongo que las cosas que se sienten fuerte necesitan un escape físico en algún momento y no hay vía de escape que se me dé mejor que unas lagrimotas de cocodrilo.

1 comentario:

  1. teléfono de juguetejueves, julio 22, 2010

    hay que disfrutar cada instante... que en el momento menos pensado puede haber un fundido a negro..

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