soñaré?¿

Tengo las fiestas del barrio debajo de la ventana. No quiero ser una cascarrabias aguafiestas pero me encantaría que la música estuviera a kilómetros de aquí. La sesión noventera con gritos de gente incluidos me hace difícil cumplir mi propósito de dormir por un día en esta semana más de 6 horas. Ni las canciones de Rosario, ni el torero ni todo el repertorio fiestero del mundo son la mejor opción para descansar y tener dulces sueños.
En mi casa tengo la habitación buena, la que da al otro lado, pero hoy me han echado de ella... han inflado la rest form en mi cuarto y hay inquilinos así que me tengo que mudar al cuarto de mis hermanos, a las literas, al lado del ruido. Y así es, son las 2 de la mañana y no me he hecho el intento aún de cerrar los ojos, ellos lo intentan solos, puede que forzando estar despierta al tocar la almohada me sobe sin que el ruido influya demasiado. Y es que por todos es sabido que soy una chica de extremos, y en esto del sueño no iba a ser diferente o tengo insomnio o me duermo sobre una roca con una taladradora en funcionamiento en mi oído...

Tengo ganas de soñar, de meterme en la cama y hacer eso de intentar inventarte los sueños, antes de saber si eso pasará ya estás dormida. A lo mejor es la manera de evadirme del musicón.

El tema de los sueños me intriga y me desvela. Los días en que tengo delirios agobiantes la noche es larga larguísima, historias que cuando cuento no puedo llegar a expresar hasta qué punto he pasado mala noche, cuando yo misma lo escucho en alto incluso a mí me cuesta creer que esa sucesión de absurdeces me hayan puteado toda la noche. Y paradógicamente lo que en la vida real me causaría quebraderos de cabeza y noches largas en sueños es todo un encanto, mellizos vestidos con la camiseta de la selección alemana, imagen recurrente de ellos y de mí misma paseándolos en una sillita de gemelos... Los sueños sueños son.