jueves, 27 de octubre de 2011

¿Cuántas veces es uno mismo el que se limita? Si tengo un hándicap esa es mi inseguridad. Nada que ver con mi pasado de mirada al suelo, ha mejorado con los años pero no ha desaparecido, forma parte de mi manera de ser y ahí seguirá.







Hay veces que lo más pequeñito cuesta si se tiene ese pánico a hacerlo mal. Y nos pesa lo que no nos debería pesar. Pero bueno, debemos hacernos grandes y echarnos adelante...












Miedo a hacer las cosas mal tenemos todos, ya sé que no soy la única (aunque siempre tiendo a sentir que sólo yo vivo las cosas). No hay nada que se sepa hacer sin cometer ni un solo error en el camino. A veces creo que se espera y que se da por hecho que tengo que saber hacer cosas que no sé pero en realidad sólo yo lo pienso. A una persona así lo que le da tranquilidad es seguir órdenes, hacer lo que le dicen y como se lo dicen. Me da seguridad seguir un guión, clavarlo, que no haya margen de improvisación; por si acaso la cago.






Este obstáculo me hace sentir pequeña y vivir limitada. Consigo con ello estancarme, no avanzar, me siento segura en mi lugar, no me apetece salirme de mi eje. Al final todo tiene que ver con el miedo a hacer el ridículo, de quedar en mal lugar.


Soy consciente de que me viene bien verme en la obligación de salirme de la línea, de perderme y tener que inventar, es precisamente la sensación de que lo haré mal la que consigue que lo haga mal... me bloqueo. No es difícil pensar: ¿Qué pasa si fallo? Alguien lo corregirá y punto. Lo que me asusta de hacer algo mal es que siento que fallando dejaré al descubierto que no sé. Bueno, un pensamiento cíclico, una pescadilla que se muerde la cola, otra más.





Estaría bien perder los temores por un día, y aprender esas 24h lo que se avanza si
n miedos, lo que se corre sin lastre. No hay varita mágica (esa la tiene Rajoy para eliminar el paro) así que tendremos que conformarnos con poseer el valor para enfrentarnos a los miedo y hacer aquello que nos intimida. Después de todo, a la quinta vez dará menos cosa hacer algo, incluso equivocarse.










viernes, 26 de agosto de 2011

soñando millones




Este fin de semana comienza la liga y con ella vuelve mi fantasía con la quiniela. Tenía que ser así, hoy he buscado un establecimiento de lotería para rellenar el papelito y de paso el de los euromillones, que 88 millones de euros de bote llaman pese a que la parte norte de cada cual le dice que es imposible pero por si acaso...






Cada vez que sello la quiniela o el boleto del euromillones creo instintivamente una realidad paralela en la que me toca siempre; en cuanto salgo del puesto de lotería comienzo a malgastar mi fortuna. ¿Qué sería lo primero que harías? Lo pregunto siempre a mi acompañante, pero yo sé lo que haría, irme de viaje sin maleta.¿Para qué una maleta llena de cosas que he comprado de pobre? Después de eso ya plantearía mi derroche más a largo plazo.






No sé cuántas veces he jubilado a mis padres en mi imaginación... Esa imagen de llegar a su casa con una maleta llena de pasta y decirle a mi aita que ya no vuelve al tejado la he soñado muchísimas veces (casi todas despierta). Todo son quimeras, en la vida real llego sin maletín y el tupper vacío. Pero con un zumo en la terraza de un bar invertir los 88 millones resulta divertido.









En dos minutos he comprado una casa grande, sin vecinos y con jardín (y jardinero por el bien de mis plantas) para que Audrey esté a sus anchas, un desahogo para ella y para nosotros eso de que tenga su espacio. Tiene un vestidor para mí y un estudio de fotografía para el señor Jenry. Me la imagino con días soleados aunque sé que por muchos millones que tuviera el clima de Donosti no puedo cambiarlo ni comprar un sol artificial para mi capricho.




Me ha dado tiempo a poner un coche en las manos de mi hermano, un negocio de zapatillas en el centro, una super mistake denda para mi tita y a buscar pros y contras a las opciones de tener casas en la costa o alojarme en hoteles de lujo siempre que saliera de mi casa. Que bueno es eso de dudar entre lo bueno y lo mejor.




El otro día en Port Aventura afiancé la idea de que el dinero te da pase VIP en la vida. ¿Qué es eso de que hayan dos horas de cola para una atracción y que pagando eso desaparezca? Un reflejo de la sociedad en la que vivimos, la pasta te quita los obstáculos. Todo es más fácil si tienes cash de sobra.








Y el amor mueve el mundo, la familia es el mayor apoyo para cualquier, etc. Creo en que todos los valores humanos son más importantes que todo lo demás, lo creo de verdad pero las ilusiones alimentan el espíritu y los millones de euros facilitan valorar lo no material puesto que te dejan todo el tiempo libre del mundo para disfrutar de todo ello. Inventaría una sociedad utópica en la que lo que poder fabricar billetes como solución a no tener un clavo (sigo sin comprender el tema del mercado y la banca) o en la que todo estuviera más repartido o menos comprado... pero mientras eso no sea posible y siga viviendo en este mundo en el que más es más seguiré soñando con mis millones de euros ficticios. No es productivo pero entretiene.







viernes, 19 de agosto de 2011

Tranquilidad para unos a menudo significa estrés para otros tantos. Sudores por el calor, sudores por el fogón. Pobre camarero del chiringuito de abajo... "dar cenas va a ser un lío"; advertía hace unos meses. Y así es, están a tope y los jefes no decidieron reforzar la plantilla para el verano. "La crisis, ya sabéis" era la respuesta a la queja de los trabajadores. Total a ellos les da igual, cuentan billetes manchados por el sudor de sus esbirros. A todo esto ha sido complicado comprar tabaco en plenos postres de la mesa dos, segundos de la cuatro, postres de la siete y cubatas de la ocho. Y es que la máquina no funciona, hay que pedir en barra.









He tardado un rato en ser vista al otro lado de la barra; tiempo suficiente para comentar con la mujer de al lado lo asqueroso del señor con bigote (y otras protuberancias) que aparece en el cajetilla de tabaco. Por lo menos para mí el agobio termina en cuanto consigo mi paquete de Marlboro (porque a estas horas ya no les queda ninguna marca más) y subo al apartamento a tirarme en la tumbona de la terraza... con tanto curro ajeno casi recuerdo que en mi puesto el jefe también olvidó reforzar la plantilla y que hace tres días yo sudaba casi igual que Pepe el del chiringuito.


Pepe, uno de los nombres del verano. Como el señor de las entradas a destiempo sueltas de brazo que han dado la vuelta al mundo. Gajes de ser la mano derecha de Mourinho; ese ser superior mas mediático que el mismísimo Papa. Porque gracias a Mou todo el planeta conoce a Tito Vilanova, incluso a Francesc; el bigotudo de piedra encargado de los túneles del Camp Nou. El Papa en Madrid y nada nuevo. Bueno sí, que ahora la policía aporrea a los indignados no por acampar en la calle y soñar con esa utópica democracia, ahora también por no tener fe en el señor. (Hablo de Dios; no del de los túneles del barça).




Más gente ha visto a Marcelo tirar al suelo al nuevo tesoro del Barça Fabregas que al Papa pasar por las calles de Madrid en su Papa-móvil (Frikísimo invento por cierto) . Es el fútbo
l, hace que la sociedad se divida en dos como pocas cosas lo consiguen ¿Barça o Madrid? No hay escapatoria posible. Aquella noche en esta urbanización se notó más que claro, porque se escuchaban tanto los goles y las quejas de ambos lados como hoy se escucha al señor de enfrente conversar con su hijo. El señor del minúsculo bañador se queja de que la carne hoy no es como era y repite una y otra vez que él no cena...






La gente está harta, pero ya no es como antes. No hay esa conciencia real de cambiar esta putrefacta sociedad. Somos conformistas, vagos... nunca el ser humano había tenido tanta distracción y tecnología a su alcance. El otro día escuche a un escéptico que decía que el pasaba de ir a votar porque si votar de verdad fuera importante; no nos dejarían hacerlo. Y en cierta parte creo que tiene razón...



L.G. y J.Ch.

lunes, 18 de julio de 2011

CUATRO SEMANAS PARA VER EL SOL

Nada novedoso que redactar y tanto tiempo entre publicación y publicación que he conseguido perder la nueva dirección que quería que tomara el blog. Da igual qué rumbo coja,... hoy apetecía escribir.





Aún me quedan cuatro semanas para estar de vacaciones pero yo ya pienso en oro, en sol, terrazas, paseos e incluso playa (no soy la mayor fan de la arena y el agua salada, pero todo lo que no suene a currar ahora mismo me apetece). Sólo despertarme sin prisas y levantarme sin que haya sonado la alarma del móvil cada diez minutos durante media hora ya es un punto ganado a la agotadora rutina, estoy deseando que llegue esa mañana de 15 de agosto.





Hace unos cuantos veranos que no tengo vacaciones, los veraneos desaparecieron paulatinamente desde que comenzó la veintena... poco a poco fueron disminuyendo y terminaron por no aparecer gracias diferentes razones y coincidencias de final e inicio de nuevos trabajos. Y por fin llega un agosto de tumbona y chiringuito.








Si dejo de pensar en el mes que viene y me centro en este que no ha terminado caigo en que lo que me toca es ir y venir unas semanitas más. Las rebajas no han muerto todavía y según van perdiendo fuerza y pareciéndose a un mercadillo atraen a personas más tocapelotas... Vamos, que cuanto más cutres se vuelven las rebajas más pesadas son las personas que atraen, es directamente proporcional!








¿Por qué razón hay gente que piensa que se puede regatear en una tienda de ropa, en España en pleno siglo XXI?




¿Me dices en serio que quieres esta camiseta nada más si vale 2 euros, si cuesta 3 ya es cara?




¿Cuantas veces tengo que decirle a alguien que todo lo de rebajas está expuesto para que deje de preguntarme por tallas?




Siempre que salgo hacia mi descanso hay algún cliente que me necesita.




Si me has pedido una talla 42 de zapatillas y te he dicho que no me queda más que una 45 ¿De qué te sorprendes cuando te la saco porque quieres verla "por si acaso"?¿Es muy grande? Obviamente lo es, son 3 tallas más de lo que necesitas... pero tenías que verlo, por si me he inventado lo que me queda para no darte tu 42.




¿Hay alguien que en su casa vaya tirando la ropa al suelo según la va descartando? (esto ultimo puede que ocurra a menudo, la diferencia es que en tu casa lo recoge quien lo tira, aquí me quedo hasta que he terminado de recogerlo...)








Puede que todo suene mal, sí, siempre escribo lo malo... y aunque parezca mentira me gusta mi trabajo...(exterminaría del planeta a cierto tipo de gente y así sería mucho más agradable ir a trabajar para mí, pero en el fondo me gusta).







A lo dicho, 4 semanas más, ultimo empujón y nos ponemos en marcha rumbo al sol... ya veo en dorado :)

jueves, 12 de mayo de 2011

Carmen Lomana, qué poco me gusta

Ayer por la noche vi el reality de Alaska y Mario en la MTV, mi sorpresa no fue la decoración de su casa ni la obsesión de Mario Vaquerizo por su peso, lo que me chocó fue ver a Carmen Lomana entre sus amistades. Tengo que decir que los protas del reality me inspiran buen rollo pero esta incursión de la Lomana me hizo interferencias en la recepción de las vibraciones que me transmiten.

No hay mucho que explicar de esta mujer, y no hay nada de ella que me agrade, pero ayer culminó lo que era una montaña de detalles que detesto de la gente (todas en una); se marcó una gran frase que recordaré cada vez que le vea la cara: "me voy de vacaciones... que ya se me está poniendo cara de proletaria". Alguien debería decirle a esta mujer que hace mucho tiempo que tiene cara de algo bastante más inanimado que un proletario, y que decir "a la parrilla, cómo me gusta" metida en una bañera cobrando un pastón es lo menos parecido a trabajar que se me ocurre.




No sé quién me dice cada vez que la ve que esa señora (por llamarle de algún modo) habla como si llevara un huevo vibrador dentro las 24 horas del día. Y una de dos, o es eso o es que la simpleza de su interior se ha visto reflejada también en su sistema muscular y se ha quedado con dos músculos móviles en toda la cara.

¿Quién ha nombrado a esta señora ejemplo de algo?¿Por que nos da clases de saber estar? No sé vosotros pero yo no quiero saber estar como ella. No quiero sentirme más que nadie ni burlarme con mis amigas (tan inexpresivas como yo si fuera ella) del que va a trabajar todos los días.

Supongo que le habrán untado bien para protagonizar un anuncio de Burguer King, pero la idea de comer en la bañera sólo puede ser más asquerosa si la que lo hace es Carmen Lomana desnuda con una Hamburguesa. No se me ocurre peor publicidad, no la pido sólo por el hecho de que paso de comprar algo que anuncia esta persona.

Por favor que alguien baje de la nube a esta mujer, que le digan de verdad lo que proyecta que es de todo menos naturalidad, belleza y elegancia. Que revise sus apariciones televisivas y compruebe que hay algo que falla en su movilidad, que deje ya de creer que es lo más. Me resulta ridícula del todo, siento una mezcla de repugnancia y vergüenza ajena cuando se me aparece (gracias a Dios no en sueños, solo en tele5). Si no tubiera miedo a ser juzgada como una persona violenta diría con tranquilidad que me quedaría muy agusto pateandole la cabeza.


Se me queda una duda más ante todo esto ¿Cómo es la cara de proletario? Igual lo que tiene es cara de "me he pasado con el Botox".

martes, 10 de mayo de 2011

un aeropuerto sin vuelos


Un aeropuerto sin aviones. ¿Qué será lo próximo? ¿Un puerto deportivo en Toledo? ¿Un barquero que te cruce el Queiles a su paso por Cascante? ¿Un sistema de riego en el Sahara? Podría echarme a volar y seguir enumerando disparates sin ton ni son, lo menos gracioso es que la primera de las tonterías en mi lista no ha salido de mi imaginación, es una realidad. Sí Castellón tiene aeropuerto, no me preguntéis para qué lo utilizan, no lo sé.




Eso sí, al señor Frabra (el hombre de las gafas de sol) se le llena la boca preguntando a sus nietos que corretean por las pistas de aterrizaje a ver si les gusta "el aeropuerto del abuelo". Mira, para eso deber valer el aeródromo, para inflar el ego al presi, y estoy más que segura de que algo más se le habrá agrandado con este proyecto mientras los bolsillos de los contribuyentes se desprenden de unos cuantos millones de euros en esta inversión con aires megalómanos.

Me quedo con la foto, la imagen me ha llamado la atención demasiado como para desviarme a las letras y los números. Camps mira al presidente de la Diputación de Castellón (un puesto heredado y más que heredado) con cara de admiración. Cualquiera diría que es uno más de sus nietos visitando el lugar y emocionado con el "aeropuerto del abuelo" o a lo mejor le está mirando el traje y pensando: "ese no lo tengo".

Fabra aplaude. ¿A quién? A sí mismo. No se me han olvidado los interrogantes, ha sido una osada afirmación que dejo al vuelo, en el fondo no es malo auto-idolatrarse; siempre y cuando no se inviertan millones de la comunidad para ello, eso ya tiene otro nombre. Por cierto, aplaude con ganas pese a la pinta de pesar un quintal de su reloj, a lo mejor ese es su reloj de la suerte, el que le ayuda a ganar la lotería tantas veces mientras yo juego y no consigo ni recuperar lo pueso. Mala suerte la mía ¿O pocos contactos con suerte?

Lo tengo claro, voy a empezar con los planos de mi masia en el centro de Donosti, los del puente que cruce de Valencia a Mallorca, los de mi palacio de cristal que lance burbujas al cielo. Y luego me aplaudiré si alguien me lo financia.

viernes, 29 de abril de 2011

último viernes de abril

Millones de años sin ponerme frente a la plantilla de nuevas entradas. Me faltan tanto la conexión a Internet como la fluidez de palabra cuando a escribir se refiere. Ninguna de las dos cosas ayuda demasiado a mantener vivo mi lugar en la red, supongo que son rachas y que volverá una temporada en la que me sea más fácil o me venga con más naturalidad ponerme como lo hacía antes con un bloc de papel o con el teclado del PC.

He vuelto al mundo del shopping desde el otro lado del mostrador, vuelta a encontrarme con la rutina de los horarios, las mesas de punto y los 19,99. No puedo quejarme, al fin y al cabo era lo que venía pidiendo desde que me quedé en paro allí por el mes de enero. Pero igualmente me quejo, es algo que nunca dejo de hacer, está en mi esencia. Nada que me haya quemado de momento, nada importante... Con mi retorno al trabajo de dependienta del gran imperio he vuelto a coincidir con un personaje de sobra conocido por mí de mi pasado en Bershka, una mujer que compra y devuelve ropa un día sí y otro también. En el centro de la tarjeta Affinity deben tener su foto enmarcada sobre la mesa de algún despacho, fichada seguro. Por lo que puedo comprobar no lo hacía solo allí puesto que ahora en otra cadena de la misma empresa he vuelto a cruzármela y me ha vuelto a cruzar la tarde. Miles de boletas anuladas, tickets cancelados y ventas y devoluciones hechas y deshechas porque ella tiene la manera correcta de hacer las cosas y punto. GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.

Y sin haber comentado a penas nada se me hizo la hora de irme a mi casa, dejo la conexión en casa de mis padres y me marcho a cenar y ver la tele, me descuelgo de las redes sociales hasta que San Vodafone decida que es el momento o hasta que ponga de nuevo un pie en casa de mis padres o de los padres de mi novio, ellos siguen viviendo online.

No he podido ir de visita hoy, incompatibilidad de horarios y un perro que no puedo apalancar a diario, y me preguntas si me acuerdo de ti, te lo dije ayer, todos los días abuelo, mañana te veo.






martes, 5 de abril de 2011

HOY

Canté victoria demasiado rápido en cuanto a mi vuelta a este siglo XXI en el que vivimos (o algunos viven), la conexión resultó ser un espejismo, nada más que eso. Así que mientras encuentro una alternativa hago mis incursiones esporádicas desde casa de mis padres; mientras vivía aquí jamás me planteé la conexión como un lujo, era algo automático al encender el ordenador, c'est la vie.

Pierdo el tiempo y malgasto energía transformando mis preocupaciones en enfado o cubriéndolas con hojas caídas de árboles muertos. No es cuestión de enzarzarme en las cosas que me afectan, basta con dejarlas ahí y ser coherente con ellas. Pero no me sale y eso se convierte en una Leire irascible al máximo y con momentos de insoportabilidad a tope. Sí, me enfado cuando estoy agobiada y después de la explosión de mosqueo absurdo poco a poco se rebaja y voy cayendo en la cuenta de que no estaba enfadada por lo que pensaba en realidad, en momento de "no tensión" el detalle en cuestión no habría causado en mí esa rabia sin explicación creíble.

Son momentos, quedó lejos aquella enfurruñada que un día fui, pienso (y quiero creerlo de verdad) que esto ya son momentos aislados entre otros muchos en los que soy una Leire totalmente soportable, y si lo es a modo parcial al menos en una parte que merezca la pena y prevalezca sobre la otra.

Estaba totalmente decidida a cambiar de sector, asustada por la novedad pero espectante ante el momento en que abrieran mi nuevo lugar de trabajo y reengancharme a la vida laboral desde el otro lado de la barra. Nunca me suena el móvil, y esta mañana ha sonado para liarme un poco la cabeza y dejarme el resto del día entre dudas,... una oferta nueva. Y ahora me pregunto si quedarme con la tienda es comodidad por aquello de evitar el aprendizaje. Si por cobrar algo más habría de olvidar el resto de "PROS" que me ofrecería continuar como dependienta en una empresa en la que he trabajado el 90% de mis días cotizados. Demasiadas dudas sin haber hecho ni siquiera la entrevista, mañana lo tendré más claro, o dudaré mucho más una vez tenga los datos concluyentes y las dos ofertas una en cada mano.

Intento escribir pero mi perra prefiere ladrar, no hay quien la calle desde hace unos días. El veterinario me aconseja que pase, pero al segundo ladrido yo ya no soy una dueña tranquila y enérgica. Sí Audrey, ya sé que la boca duele cuando se caen los dientes y salen unos más grandes, pero mi cabeza mientras tanto no se vuelve inmune a los sonidos ultra agudos que lanzas por esa bocaza que crece por días. Mi peluche se hace grande, cada siesta que duerme le hace efecto y al despertar pesa medio kilo más. Pese a la pena de ver que el cachorro se aleja yo estoy deseando por otro de los lados que crezca para saber cómo será, es lo que tienen los mestizos, no tengo ni idea de cuál será su aspecto en unos meses, no tengo tampoco la referencia de sus padres pues nunca los vi.





Yo y mis paranoias sin sentido, estaba preocupada pensando que nunca querría una caricia, y yo acostumbrada a Summer que las exigía dudaba de que mi cachorro algún día me quisiera. Intento no compararlas, no querer de Audrey una Summer, pero lo hago, las comparo constantemente y espero de esta nueva compañera reacciones de la que ya no está. Se me había olvidado que mi otro perro tampoco nació siendo adulta y que se fue haciendo con el tiempo. De todos modos cada una es un perro (sí son perros, también me cuesta tratarles como tal). De momento he descubierto que cada día se acerca más a recibir agasajos aunque le gusta más venir con sus juguetes a jugar a soka tira, supongo que es normal.

Aunque a veces ladre, otras muerda o tenga escapadas con el pis, estoy encantada con ella. Mi manipuladora canina me hace el día más día.


***********Y para finiquitar por hoy, le mando a mi abuelo un beso virtual. MUAC!***********







domingo, 27 de marzo de 2011

utimo domingo de marzo

A lo largo de estos meses he ido asentándome en lo que a este blog se refiere en un modo organizado, con principio y fin y poco que ver en el fondo a lo que pensaba cuando comencé a publicar. ¿Dónde quedan las actualizaciones inconexas, las frases que tomaban rumbo una vez comenzadas, las pasteladas enrevesadas? Hoy me apetecía colocarme frente al portátil y dejarme ir, pero no está siendo fácil.


Menos fácil ha sido conseguir tener Internet en mi casa. La primera opción era abrir una cuenta en Francia para optar a línea ADSL, pese a que todas las ofertas van con TV y yo de francés me quedé en aquello de: Bonjour, je m'apelle Coralie. Tu t'appelles comment?.. por lo tanto poca utilidad le sacaría yo al salsa rosa en francés. Parecía sencillo, pero muchos bancos me pedían certificado de empadronamiento, tras tachar aquellos de la lista de cajas de ahorro puesto que no estoy empadronada en Hendaia,... me quedaban unos cuantos que deseché por aquello de las comisiones poco rentables cuando sólo quieres una cuenta para pagar la factura de 25 euros del ADSL... me costaba más mantener la cuenta que un millón de gigas para abrir mi facebook. Así que sí, volví a recurrir a un: yo nunca. Opté por la conexión móvil, volví a casarme con una compañía de telefonía móvil pese a que había jurado que vodafone jamás vería mi firma de nuevo, y tampoco rompí juramento pues no fui yo quien firmó.



Una vez en casa, sin quitarme el bolso ni la cazadora de encima con todo el ansia que me caracteriza abrí las cajas, corté bridas y desembolsé mi nuevo router, ¡Por fin! Pero está claro que no podía ser tan fácil, nada de lo que te llevas a casa con ilusión funciona a la primera. Jamás había tardado tanto en cargar la página de inicio de google, y de redes sociales ni hablemos, muchas imágenes que mi conexión no estaba dispuesta a cargar a sus espaldas. Lo dejé, preferí ver hermano mayor que seguir peleándome con mi ordenador (que pobrecito no tenía la culpa). Estaba sola en casa y aunque ese era el momento en que me hubiera venido bien poder conectarme sabía que si seguía intentándolo terminaría hecha una fiera que saltaría a la yugular de Igor cuando llegase de cenar... no, no, mejor veo Hermano mayor e Hijos de papá, toda una tradición los viernes por la noche.


Así se quedó. Ya teníamos la idea de haber contratado una mierda cuando el sábado montamos el chiringuito en el dormitorio y aunque de este modo no es exactamente wifi, no me molesta estar encadenada al router mientras cotilleo tumbada en la cama. Tras cuatro meses sin conexión pensaba haber perdido el hábito, que ya me daba igual, pero el cosquilleo en el estómago al comprobar que ya funciona de verdad me dice que no era tan cierto mi falta de necesidad de vivir a ratitos online.


Cambiando radicalmente de tema hoy reniego del reloj, una vez más soy consciente de mi rigidez. ¿Cuántas veces me he preguntado qué hora era para decidir poner el horno? Hoy no me ha sido fácil adivinar del todo la hora, a las 2 son las 3, hasta ahí bien, pero a las 14:00 no tengo hambre porque es como si fuera la 1 del medio día, y si hago la comida más tarde se me hace tarde en horario real,... ¡Para! Porque para comenzar es domingo, no tengo nada que hacer luego, ni yo ni nadie. No tiene importancia este hecho en concreto, es un ejemplo para darme cuenta de lo cuadriculada que puedo llegar a ser. Porque muchas veces soy consciente de que encasillo las tareas o demás cosas a hacer en una franja horaria, les otorgo su momento y fuera de él parece que ya no toca. Absurdo cuanto menos, intento deshacerme de esa rigidez en este tipo de cosas para ganar constancia en otras... y es que de lo que a veces me sobra en ocasiones me falta.


Pero, ¿Qué hora es? En serio, se ahorrará dinero en luz pero no sé si compensa con los gastos psicológicos de los que vivimos pendientes del reloj (pese a estar en paro...^^). Tendré que plantearme en pensar realmente lo que digo por la boca: ¿Qué más da qué hora sea? Supongo que si lo repito mucho puedo interiorizarlo.


Me he levantado un momento a buscar mi disco duro con las fotos para encontrar alguna que cuadrar hoy y me he encontrado con una estampa perfecta para describir el domingo, Igor y Audrey de siesta en el sofá y la alfombra (adivinemos quién y dónde). Y esto es el domingo, pasar, no importa el tiempo ni el orden, ni el qué ni el cuándo. Esta imagen habrá que hacerla con la fuerza de la imaginación, no quiero romper la intimidad de la siesta, aunque hubiera sido verdaderamente un buen cierre de blog un domingo.


No comprendo muy bien por qué puedo cargar todo y me es imposible subir una foto así que hoy mucha palabra que dice poco y ninguna imagen que probablemente diría más o haría más elocuentes a las palabras. Sorry.

martes, 22 de marzo de 2011

UN AÑO



Un año puede no ser nada en la larga vida de una persona, pero también puede significarlo todo. En doce meses puedes aprender, descubrir, vivir y revivir millones de cosas o algunas menos pero mucho más importantes. Puedes renacer.




A lo largo del ultimo año he ido recolectando frutos que ni siquiera recuerdo haber sembrado. He descubierto que la ilusión por muchas cosas no había muerto, tan solo descansaba plácida esperando la chispa que la hiciera arder, y vaya si ardió.




He redescubierto,...bueno, me he redescubierto en definitiva. He desenterrado partes de mí que yacían despiezadas vete tú a saber en qué agujero negro del universo conocido (o no). Vuelvo a sorprenderme perdida en conversaciones sin más sentido que el que encuentran por sí solas, me encuentro atontada mirando los ojos que me dan la luz, espero ansiosa el abrazo de las 15:30, cada día, porque la rutina puede tener su magia, ¡Búscala!



Parece una tontería comprobar que soy capaz de sentir. No es tan fácil saber hacerlo y hacerlo de la manera adecuada para ti. Y aprendí, aprendí que no hace falta llorar dos horas para reír diez minutos, que no es verdad que lo difícil es mejor, que sólo lo chungo tiene su recompensa; puede haber recompensa sin sacrificio en las relaciones entre personas. O puede que los sacrificios no parezcan tales al cumplirlos por y para quien te hace sonreír después. He aprendido a querer, a dejarme querer, y esto no tiene precio.


Quienes me decían hace meses: disfruta ahora que estás en lo bonito, me asustaron con la predicción de que luego todo es peor. No es así, al menos no de momento y no para mí. Las cosas cambian, sí, pero no se afean; tan solo se afianzan y se quedan aquí, evolucionamos. No sé a qué momento se refieren cuando vaticinan el final de "lo bonito" me niego a creer que llega un momento en que esto sea feo, pues si se afea ya no será lo nuestro. La complicidad no caduca, en todo caso madura.


En tan solo doce meses podría llenar una y mil maletas de momentos, palabras y frases, imágenes, recuerdos y cosas nuestras, muy nuestras, tan simples que se complitan en su sencillez. Hago un me gusta con pulgar hacia arriba por todas las tonterías y frikadas que me llenan.



Frente al calendario tacho un 21 de marzo, el primero. Gracias por todo... por ayudarme a encontrarme.





viernes, 18 de marzo de 2011

CUESTA ASUMIR LA TRANQUILIDAD


Cambiar de canal al ver el telediario se podría considerar "mirar hacia otro lado", lo siento, miro hacia otro lado. Tanta noticia sobre desastres incontrolables me hace sentir pequeña e insignificante. Sí, debería bastarme con ser una más que mira desde el otro lado del mundo lo que sucede, sentir compasión, pena, preocupación o susto. Pero lo que me produce es angustia, mi mente se va más allá y me planteo cuantas cosas incontrolables pueden pasarme, y cual incontrolables son impredecibles y sobre todo imposibles de evitar con dos manos. No me asusta demasiado un Tsunami, un golpe de mar a la distancia de la bahía a mi casa no me daría tiempo a sentir miedo. Son otro tipo de "golpes" imposibles de frenar
o prever los que me dan más miedo.

Siempre he sentido miedo a que mañana no quede nada de lo que hoy me hace feliz. Un absurdo planteamiento de la vida que no te lleva a nada más que a perder ese porcentaje de felicidad que se va con el miedo a perderla. ¿Cuándo aprenderé a coger lo que tengo y aprovecharlo sin pensar en que pueda esfumarse sin más? Paso a paso ahora valoro la tranquilidad que antes me parecía extraña, voy creyéndome que en cierta medida soy yo
la que gestiona y la afianza.

No me ha costado poco asimilar que relajarme no implica perder mi esencia ni volverme un mueble. No he aprendido del todo a estar a gusto sintiendo que mis pensamientos y
a no van a 200 km/h y viendo cómo he dejado de estar revolucionada 24horas al día. Mi cuerpo se siente distinto, mi cabeza pesa menos y mis ojos no viven desorbitados... debe ser un cambio a mejor que casi percibo como positivo 100x100. Momentos de atacón conservo, no van mal de vez en cuando.

Despertar con la calma y acostarme con la misma paz,... estoy segura de que me alargará mi vida (casi lo noto en el descenso en el crecimiento de canas en mi cebollón,... o puede que sea que uso un mejor tinte).




lunes, 14 de marzo de 2011

Cenita, charleta y risas

Me encanta rajar, eso no es nada nuevo para quien me conozca al menos un poquito. Si abro la boca me cuesta horrores volver a cerrarla. Es cierto que hay personas con las que pasado el tiempo me sigue resultando fácil conversar largo y tendido y disfrutar de un ratito de esparcimiento carnavalero.











Un trío peculiar formado por una Vikinga, una India y una enfermera "sangrienta" (por otorgarme identidad en esta historia), un par de zuritos y ya estábamos al día en nuestras respectivas vidas, di que el facebook facilita no perder del todo la pista de las personas que nos rodean.






Una cenita nos esperaba, y cual intrépidas vikingas-indias-enfermeras, osamos indagar en el significado de "rellenos secretos de la abuela", grave error, lo que escondía ese rocambolesco nombre eran dos pimientos con albóndigas introducidas a presión sobre una porrusalda sin puerro. Lo intentamos, doy fe de que tras ciertas experiencias me había convertido en alguien capaz de comerse todo lo del plato, no fue así esta vez. No pudimos ocultar al camarero que el secreto sorpresa no nos había convencido ni sorprendido en buen sentido. El resto de la cena estuvo bien, yo particularmente ya estaba llena pero pequé de adicta al chocolate y pedí el crêpe con chocolate. Ojiplática me quedé con la aparición del postre, como bien dijo Zaira: me lo habían hecho con una paellera... sin duda.


Ratito de comida y palique, con la lengua cansada buscamos el carnaval, nos costó dar con ello... Encontramos una cervecería extrañamente vacía pero tras una salida y vuelta a entrar estaba a pleno rendimiento. Nos ubicamos al lado de un grupo lleno de antenas y terminamos mimetizándonos con el ambiente. Entre canciones nuevas y no tan nuevas terminé afónica, no por cantar ya que soy bastante fan del play-back sino de seguir hablando por encima de Melendi al oído de mis interlocutoras. Hacía mucho que no me introducía de pleno en el pachangueo, pero pase el tiempo que pase las canciones poco varían. A las 3 de la mañana estaba en mi cama roncando tras una noche en la que me lo pasé como una enana.





Me faltó encontrarme con mi hermano, lo busqué hasta la saciedad y me iban indicando al parecer con pistas falsas. Pero apareció, eso sí, cuando yo ya no estaba. Otra vez será.



Espero un cafecito para comentar la noche y seguir charlando que no va nada mal. Porque después de años sigo sintiéndome muy agusto con vosotras chicas. Y todo hay que decirlo: reírme me gusta casi tanto como hablar. ¡Mil gracias!


viernes, 4 de marzo de 2011

CARNAVAL



Los carnavales están aquí. Lejos quedan los días en los que ensayaba bailes y me probaba disfraces.

El día de celebración en el cole comenzaba al medio día, en carnavales no me quedaba al comedor, bajaba a comer a casa. Allí me esperaban mi madre y mi tía con mi traje colgado en una percha al pomo de la puerta. Mi tía Arantxa me fabricaba un traje de payaso a partir de un chandal negro, unas alas de mariposa con el alambre deformado y tela de raso carnavalero,... y muchos otros atuendos dignos de ser colgados en cualquier blog de moda reciclada.






Ese viernes bajaba la cuesta del colegio corriendo para comer y empezar el make up. Me emocionaba lo extraño de comer en casa entre semana y la sesión de maquillaje de postre. Y luego sintiéndome preciosa subía a San Luis para esperar a que sonara el timbre y salir con mis compañeros al patio. Curso por curso presentábamos nuestra coreografía en medio del patio. Siempre los mismos pasos: cuadrado con los pies, adelante atrás, pasos en círculo,... vamos
una dificultad digna de la final de ¡Fama!. Lo que más abundaban eran los clases disfrazadas con bolsas de basura, yo misma he ido de casa (con gorra hacia atrás y cartulina a modo de tejado) y de seta con la técnica de saco de basura tan recurrente. Lo que recuerdo con más ternura aunque carezca de imágenes es 3º de preescolar, íbamos de cerditos; leotardos y jersey rosa, bote de petit suis en la nariz con una goma y un remolino de cartulina grapado al culete... eramos monísimos.

Mis carnavales no terminaban con la chocolatada post baile del cole. Luego llegaba el momento de comparsa. Meses ensayando bailes que si desmenuzabas en pasos y reordenabas resultaban ser exactamente iguales año tras años. Trajes horrorosos, jamás me tocó uno con el que me sintiera realmente disfrazada de algo reconocible, era un abstracto tras otro. Nunca comprenderé eso de los dibujos geométricos en la cara, incluso cuando iba de hawaiana o similar, vamos de algo que no incluía por ninguna razón lógica triángulos y círculos dibujados en la frente (ahí vuelve na hacer aparición mi tita con sus trazos de purpurina y eyeliner).

Viviendo en San Sebastián se me hace complicado creer que quien diseña los trajes de las comparsas también sea de aquí... de hecho cuesta creer también que tenga ojos en la cara. cómo si del carnaval de R
ío se tratase los vestidos eran siempre minifaldas de tela de papel, camisetas con el ombligo al aire, manguitos a medias y malditos patucos que el segundo día están llenos de mierda y con las gomas de sujeción rotas e inservibles. Kilos de fotos me ayudan a recordar el frío que pasaba antes de salir a bailar (y mis acompañantes no dejaban de tener mientras yo bailaba).

Paseito por la ciudad,... todos los disfraces son iguales. Da igual de que vaya una chica, siempre es un micro vestido con el mismo corte vaya de vaca que de ángel,...(me incluyo en este clan, reconozco que si me he disfrazado he ahorrado tela por todos los costados). Los carnavales son época de exhibicionismo, y a mí me encantan.

jueves, 3 de marzo de 2011

La gresca da vidilla



Cuando alguien hace una cantada con el coche mientras voy en moto me pongo como si la vida me fuese en ello (creo que es que a veces esto es literal). A veces que otro conductor haga algo mal siendo yo la moto, teniendo en cuenta que los motoristas somo siempre señalados con el dedo como individuos temerarios a dos ruedas. No digo que no sea cierto, que no haya quien se mete por donde se le ocurre sin tener en cuenta nada más que el tiempo que en teoría ahorrará, o quien corre demasiado, etc etc... pero eso no es sólo aplicable a las motos.




Hoy iba helada de frío, aún así haciendo de ciudadana ejemplar respetando carriles y señales (con todas las ganas de atajar lo que fuera y llegar ya a un lugar donde dejaran de dolerme las manos de frío). Una furgoneta llena de dibujitos ha decidido que quería ir por mi carril y ha hecho el cambio sin mirar por si acaso yo (o cualquier ser vivo con ruedas) circulara por ese carril al que la furgo tuneada se había encaprichado de adelantar YA. Y sí, el irascible monstruo que guardo dentro de mí y despierta cuando cojo la moto ha deseado con todas las ganas que el siguiente semáforo estuviera rojo; así ha sido. Hasta llegar he pensado y repensado qué decirle al conductor de la furgoneta, toda la rabia a puntito de salir de mí (reconozco que la rabia acumulada por pequeñas cosas aprovecha para desalojar en momentitos como este)... Me ha salido fatal el intento de desfogarme pues el "furgonetero" ha respondido a mi cara de asesina en serie con un: disculpa, no te había visto. Y ante esa frase en lugar de responderle que si en lugar de hablar por el móvil utilizara el retrovisor para poder VER he asentido disculpando y mi rabia desaforada ha vuelto a retraerse...




La respuesta habitual hubiera sido algo así como: ¿Y por dónde ibas tú? Si es que las motos os metéis por donde nadie os ve, aunque igual que en ese caso yo generalmente no me camuflo con el asfalto. Pues por eso mismo me ha jodido tanto no poder desahogarme, me hubiera gustado más una mala respuesta, lo reconozco. Ahora el monstruo duerme hasta que me vuelva a poner el casco, a la espera de una nueva oportunidad para salir y descansar.






Cada vez soy más consciente de que la gresca me divierte. Ayer sin ir más lejos fui a Anoeta a ver el partido de la Real Sociedad contra el Levante. Esperaba con ganas los momentos en que Del Horno tocara el balón y tras 10 minutos de partido descubrí que la diversión estaba en el 20 del Levante, Juanlu. ya no me importaba dónde estuviera la pelota sino dónde se había metido él. Y esa celebración de gol, de Del Horno con balonazo de Bravo incluido...:) Si ni me roza ni me incumbe: ¡Que viva la gresca!






lunes, 28 de febrero de 2011

mmm.... no sé muy bien cómo comenzar... ¿Cuántas veces hemos detenido nuestra vida propia apartándola para más tarde? Muchas muchas veces dejamos el Yo a un lado para seguir caminando sin mirarle de frente.


Unas veces por dejadez, por falta de motivación, el socorrido: mañana hago algo, incluso la culpa a vivir nuestra vida son trabas que nos ponemos a nosotros mismos, a nuestra felicidad. Mirar por los demás no es incompatible con mirarnos a nosotros y recorrer nuestro camino. Y aunque suene a egoísmo de vez en cuando deberíamos recordar que lo importante somos nosotros.








No se trata de: o ellos o yo, no es incompatible acordarse de los demás sin olvidarse de uno mismo. No es apología del egocentrismo lo que escribo hoy, es el valor de valorarnos y de saber poner límites, de saber buscar nuestros espacios y encontrarnos. No hay manera de ser feliz sin dedicarnos gran parte de nuestros esfuerzos y cuidados.




Yo personalmente he pecado más de centrarme en mí más de lo conveniente, bastante alejada del no recordar mi existencia individual. Muchas veces he confundido las espirales obsesivas con preocupación por los demás cuando solamente eran maneras de escabullirme de otra obsesión más machacona.



Y hoy tengo un día sin color, no sabría ponerle uno. Pese a saber que lo que me preocupa no tiene la importancia que una vez quiso tener no deja de estar presente en mis mañanas. Supongo que hay días en los que cada uno tiene que esforzarse para espantar a los fantasmas que aunque ya no sean parte de nuestra vida posiblemente hagan apariciones fugaces por momentos.


Hay días de todos los colores, hay días que van pasando por todas las tonalidades desde que nacen hasta que terminan,... hay de todo, no vale la pena olvidar que sea del tono que sea el cielo aquí en el suelo tenemos mucho y de muy variados colores.


viernes, 25 de febrero de 2011

ADELANTOS GUARDADOS EN EL CAJÓN


En una época en la que está de moda aquello de recuperar la memoria histórica e hilando con la publicación anterior me pregunto si no volveremos en breves a acumular documentación enrolladita en papiros. Si todo fuera tal y como nos lo cuentan no habría habitaciones en España para guardar todos los papeles que en teoría todos debemos rebuscar para acreditar ser ciudadanos
reales y no hologramas.



No sé cómo no he caído antes, el mejor negocio en este siglo XXI es poner una fábrica y tienda de sellos de caucho. ¿Para qué integrarse en el desarrollo? ¿Para qué un I-Phone o una tableta? Lo más "in" en este momento son los sellos... un documento en Pdf no es válido, adiós a la era informática, hoy por hoy cotiza la tinta en el tintero. Esas entrañables manchas azuladas e ilegibles. Ahora mismito me pongo con los papeleos para abrir mi negocio de tinta china, sellos de caucho y ficheros metálicos que conserven bien la temperatura para los papiros oficiales de las instituciones que controlan nuestros trámites a una velocidad punta de un año por solicitud. Por esa misma velocidad puede que para cuando consiga abrir mi tienda sea tarde y por fin se haya desistido en eso de sellar y resellar las fotocopias de los originales cuyo valor es nulo si no son también sellados.

Algo contradictorio es que cuando vas a sellar el paro te repiten que: ¡Puedes hacerlo online! están tan atareados en el INEM que les sienta mal que no les ahorres ese sellado manual dando por hecho que todo ciudadano del mundo tiene ADSL, pues yo ahora mismo no! y aunque tenga en mi próximo día de sello me niego a quitarte curro, me acerco y me sellas ¿No habíamos quedado en que todo documento tiene que ser un papel sellado? Pero cuando es ahorrarse ellos el movimiento cansino que supone coger el tampón y pegarlo al papel... ahí si hay opción de sustituirlo por un click... Eso sí: "si te contratan avisa al INEM de que ya no estás en paro" ¿Perdona? ¿Que llame al instituto nacional de empleo para notificarles que ya tengo uno? Creo que es un viaje o una llamada evitable teniendo en cuenta que son ellos los primeros que conocen mi estado respecto a la Seguridad Social.

Está claro que los avances existen pero no se aplican, que los paseos que me doy a por papeles (cosa que debería estar extinguiéndose), para compulsarlos con su correspondiente sello (artilugio medieval que es digno de museos), las colas que hago para entregarlos (porque el mail es algo tan complicado de centralizar que aún están pensándoselo),...todo eso es un pasatiempo, un entretenimiento del que como parada no puedo quejarme; no tengo otra cosa que hacer!! manda huevos!


Pues a lo dicho, voy a imprimir esta página. Luego con mi sellito de las Spice Girls (existe de verdad, con mi nombre y apellidos) le hago un pegote y lo llevo a la oficina de blogspot para que me lo validen. Ah no, ¡pero si Internet existe!, pues ¡A publicar!



miércoles, 23 de febrero de 2011

Recopilar documentos, empleo a jornada completa

Parece ser que la ineficiencia de todo organismo público es algo más a asumir si quieres encajar en esta sociedad. También es verdad que es un socorrido tema de conversación y un perfecto "saca ira" cuando la rabia acumulada no encuentra salida alguna y se revuelve en nuestro interior.




Dos años de citas en el ambulatorio del especialista para una retirada de medicación que no llega, no por que la siga necesitando sino porque necesitan hacerme un seguimiento para hacerlo en el ritmo y el momento adecuado. ¿Seguimiento? cada vez que voy a la consulta me encuentro un médico distinto que me pide que le narre la historia de mi vida, me he hecho una experta en contar mi vida desde mis 15 años hasta hoy. No es que no haya ido al médico un tiempo suficiente como para que me conozcan como si fuera de casa, es que nunca he coincidido dos veces seguidas con el mismo,... finalmente conseguirán que yo misma deje la medicación sin más (eso que tanto me avisan que no haga jamás pero que parece que propician con su atención nula). Tendré que repetir aquello del Macario en cada consulta para que decidan que estoy estable y bien,... eso si dos citas seguidas me atiende la misma persona ^^.










¿Por qué te dan en la consulta un papel que tienes que llevar a la ventanilla de enfrente para que te den hora? ¿No tienen el mismo programa informático para hacerlo del PC de la consulta?








¿Verdaderamente hace falta que vaya a por un papel que diga que en 2009 estaba exenta de hacer la declaración de la renta? ¿No lo saben sólo con ver mis bases de cotización de ese año? Todo es poco cuando se trata de dar vueltas y recolectar papeles en esta era de la informática en la que supuestamente vivimos... ¿Para qué está Internet? Si ocurriera nada más que en el caso del INEM mi teoría sería que presuponen que el tiempo de las personas paradas no vale nada y por eso nos hacen viajar de un lado al otro a por papelitos que el día anterior no pudieron advertirnos de que nos faltaba; pero no, ocurre en cada una de las instituciones de esta nuestra comunidad. Buscar los papeles necesarios para cualquier cosa (incluso inscribirte en un videoclun "si es que alguien los usa aún").








Quemada con Osakidetza es muy fácil contentarme, con encontrarme un día con eficacia sanitaria de inicio a fin idolatraré a los profesionales que la propicien.








Ley de confidencialidad: como no tengo el resguardo de las recetas (mea culpa) no me las pueden dar con mi DNI, me tienen que apuntar en un cuaderno de hojas cuadriculadas de los chinos para que dentro de dos horas esa misma persona me las dé. ¿por qué? ¿Qué hace el cuaderno? ¿Le da permiso?




martes, 15 de febrero de 2011

Nadie sabe nada...

No hace falta que sea yo la que diga que la hipocresía reina en el hoy por hoy de nuestro día a día, ¡Pero si no lo digo reviento! Estoy sentada tranquilamente viendo el telediario y poco ha hecho falta para que (interiormente) comience el temblequeo poco laxo. Diez segundos han dedicado a la denuncia de las páginas Pro ana y mia.... en lenguaje real Anorexia y Bulimia, no me gusta eso de personalizar enfermedades. Diez segundos son suficientes para relajar la conciencia y dejar que las aguas sigan por dónde iban, o sea totalmente desbocadas y sin rumbo definido. Y tras esto un anuncio en el que la modelo presume de libertad, chocolate freedom?? eso con una barrita en la que lo más grande que podemos leer es un 99 como una catedral, no es el porcentaje de felicidad que aporta sino el número de calorías; vamos, que la chica es tan libre por lo menos como un preso en el patio de la cárcel. (dramatismo made in Lei)


Demasiado fea es la cara de estas cosas como para banalizar y hacerles personas ni dueña de nada. Hacerle frente comienza por llamarles por su nombre, por no hacerles factores de una existencia en la que conviven con nosotros cual factor de nuestra personalidad... no lo son, ni lo han sido nunca. Desde mi libertad actual les pongo una cara,...ESTA:



Bastante ponerles cara cuando la mayoría cierran los ojos o miran hacia otro lado, menos las ocasiones en las que se sorprenden y ponen las manos en la cabeza,... Puede ser que una vez pasado sea más fácil mirar de frente los problemas,...puede. Pero si no se abre un ojo y se mantiene la mirada jamás pasará a ser pasado.


No existe suficiente información ni para quien padece estas enfermedades, ni para aquellos que en teoría son los médicos que deben ayudar al enfermo, tampoco para los que quisieran saber qué hacer y no saben ni dónde poner el primer pie. Los medios con los que se cuenta en este terreno pantanoso son de risa, o más bien de llanto. En casi todas las comunidades autónomas lo más parecido a la solución es un ingreso en un psiquiátrico, doy fe de que hay pocos lugares menos apropiados. Mi experiencia allí se reduce a dos semanas haciendo literalmente lo que me dio la gana, a mí o a la Lei que dominaba entonces a la Leire verdadera... quince días que utilicé para centrarme aún más en mi despiporre mental y nutricional. Un parche agujereado para el roto.






Todo lo que ofrece la Seguridad Social, o lo que me ofreció a mí en su momento, fueron citas mensuales con un psicólogo que además de no recordar mi cara al verme en la sala de espera tampoco recordaba mi historia al pasarme consulta, así que era un refresh continuo de mi historia, muy útil este tratamiento. ¿Qué tiene que ocurrir para que se invierta un mínimo de medios y de formación para los profesionales en este sector?






Y es que una vez en Barcelona descubrí un mundo de oportunidades de las que jamás nadie me habló en todo mi periplo de médicos y medicuchos aquí por las tierras guipuzcoanas. Comprendo de cierto modo la escasez de recursos, lo que no entiendo es por qué nadie te habla de los lugares en los que sí los hay... sinceramente creo que si no te lo dicen es porque tampoco lo saben. Tristemente el sistema sanitario y los médicos que nos tratan están tan desinformados como los pacientes que ponemos en sus manos nuestras ganas de curarnos (sea de esto o de un catarro). Merece la pena dar vueltas y vueltas, dar palos de ciego y renacer una y cien veces de tus cenizas si al final terminas dando con el camino correcto.









En el momento creía estar perdiendo el tiempo, me preocupaba no poder hacer nada más que aquello en lo que estaba centrada, me parecía que el tiempo que pasaba en ABB era tiempo que restaba a lo que me quedaba de vida. Nada más lejos de la realidad. Ese tiempo (del que reconozco debería haber parado y alargado un poco más) fue la mejor inversión que he podido hacer jamás. Invertí en mí, utilicé mi tiempo de la mejor manera posible y gracias a eso hoy tengo todo el tiempo del mundo para hacer todo lo que no hice antes (por la razón que fuera). Y aunque a veces pienso que perdí mi tiempo y mi oportunidad de por ejemplo terminar mis estudios, me paro y regreso al inicio de la frase; utilicé mi tiempo para hoy poder hacer lo que quiera, porque ahora sí puedo, me queda TODA LA VIDA. Porque todo lo que merece la pena te estará esperando cuando regreses.



domingo, 30 de enero de 2011

Adorando a la recién llegada




Tras el letargo de los últimos diez días despierto e intentaré arreglar el abandono que ha sufrido mi blog en estos meses, en algunos momentos por escasez de ideas y en otros por falta de tiempo. Paradójicamente cuando tengo tiempo no tengo tema y viceversa.














Ultimamente mi vida gira en torno al nuevo miembro de la familia. Audrey se ha hecho con la casa y con nosotros, ya tiene sus "Txokos", vamos conociendo sus costumbres vitales, enseñándole lo básico (va pillando el concepto periódicos=WC, siempre y cuando no esté atontada por la siesta),... Recorrer este camino de nuevo resulta agotador a la par que entrañable, y es que por mucho que me queje por levantarme para darle paso a su baño a las 5 de la mañana en realidad estoy encantada con ella y todo este proceso de aprendizaje que hacemos los tres juntos.









Nos ha tocado una cafre en toda regla, yo que estaba acostumbrada a una perra miedosa y con poco afán de sociabilizar (sobre todo de cachorro), el desparpajo con el que Audrey se mueve frente a los demás canes me sorprende y me descoloca, esta nueva pieza de la familia vive sin miedo a nada.
La correa le gusta menos que sociabilizar con propios y extraños, hay que tirar de ella entre arranque y arranque de los que le dan a echar a "correr", que pase una persona a su lado es siempre una motivación que le incita a seguirlas y así al menos avanzar un poquito más del camino que aún siendo mínimo nos cuesta sudor y lágrimas, porque sí, si le mandas andar llora en un intento de que la cojas en brazos hasta que la presencia de hojas en el suelo o perros merodeando le hacen intentar saltar de los brazos al suelo.












Doy fe de su dentadura de agujas, he sufrido más de una y más de diez veces sus ganas de juego y su provecho a mis despistes, no se le puede quitar ojo ni uno de los segundos que pasa despierta, todo es apto para morder, sobre todo los apéndices humanos, nariz y barbilla son sus mordedores favoritos. Aunque tiene sus juguetes y les da caña son para ella una gran tentación mis manos y mangas,... ahí vuelve a jugar un papel importante el despiste, no se puede despistar uno si quiere conservar las mangas. Al ojo hay que estar también para recuperar la fianza del piso cuando lo dejemos, los muebles de madera son el blanco perfecto a sus ansias mordedoras.



La música amansa a las fieras, y según la melodía funciona con la mía, se adormila con las baladas, al menos de vez en cuando. Me gusta mirarla y verla frente a la tele ladeando la cabeza, como si le interesase el programa que estén poniendo. Hay algo que siempre le hace levantar la cabeza de sus siestas, el anuncio de HALLS; no falla, si suena la musiquilla del anuncio levanta la cabeza y vuelve al sueño una vez ha terminado. Otro sonido que le hace siempre prestar atención de la televisión son los anuncios de Hospital Central y la revista de Sálvame. En los dos aparece un latido de corazón y el pitido del pulsómetro, supongo que los pitidos le llaman la atención.




Finiquito el texto de hoy con una imágen que pasará a la historia de nuestra "family"; ahí está la fiera con su primer palo. :)















viernes, 21 de enero de 2011

The Big Brother

Cada 21 me pongo pastelona, así que hoy huele a texto dulzón. Sentada en el sofá, junto a mi novio y mi cachorro, sigo asombrándome cada minuto que paso viendo el programa "el hermano mayor". Me regocijo en mi normalidad, en lo común y lo fácil de tratar que soy, la suerte que he tenido en mi vida, mientras flipo con una hija pegando a su madre y destrozando su casa. ¿De verdad que un tío con un cámara pase tres días en tu casa te cura de traumas de la infancia y de otros desvíos en tu personalidad? Ya podría ser tan sencillo. Me quedo con mi escena de perrito dormido junto a nosotros en una mantita rosa.


Paso mucho rato observando como Audrey duerme hecha un ovillo, como suspira y se estira en sus descansos. Disfruto viéndola jugar con mi novio, mirarles me hace sonreír (y en ocasiones llorar recordando otras escenas similares de hace unos meses). Intentos de educarle, limpiar sus "cositas", jugar con ella,... hechos del día a día que no hacen más que darme imágenes de lo que ya sabía y afianzarme más en mi sentimiento de unión.

Pronto hará dos meses desde que me independicé, ya he asumido que es verdad, que no son vacaciones. La verdad es que no podía salir mejor, después de ver todas las ediciones de Gran Hermano por fin he podido comprobar que la convivencia no es tan difícil como la pintan, debe ser porque en mi casa no se siente todo magnificado como los concursantes aseguran que pasa en la de Guadalix. Para magnificar sentimientos ya me basto y me sobro yo misma, lo de dramatizar suele serme sencillo incluso cuando no quiero hacerlo. Porque aunque sea un palo reconocerlo y no me resulte fácil; sí, yo lloré viendo a Raquel Mosquera ne "más allá de la vida".


Tras esta bochornosa confesión cambio de registro, pues de fondo de oído no tengo ya el programa de "telerealidad" de cuatro sino la película Troya, se asimila incluso más a la realidad que lo anterior si lo miro detenidamente. Tampoco son dos programas muy distintos.Lo que ultimamente veo con más frecuencia Gran Hermano, y aunque mientras lo miro me quejo de lo insoportables de sus protagonistas incomprensiblemente sigo viéndolo y prestándole atención. Curioso efecto que crea en mi GH, no soporto a los concursantes, su manera de hablar, de vestir, de pensar ni de actuar me convencen en absoluto. Mercedes Milá me carga, me parece una prepotente con aires de diosa de Tele5 (que ya de por sí es un cargo suficientemente ridículo por sí mismo).Entonces, ¿Por qué sigo viendo Gran Hermano? Gran duda que no consigo resolver.





En Gran Hermano vive Audrey, con un ojo vigilándola las 24 horas no disfruta nunca al 100% de su cafrerío. Así es como hemos evitado que de momento no haya conseguido destrozar nada, al menos mi experiencia conviviendo con un cachorro de dientes de aguja está sirviendo para conocer algunos de sus pasos antes de que los dé, (hubo otra destroza cables antes que ella, aún no ha logrado catar ninguno. Tiempo al tiempo)




He terminado de escribir y el boliche sigue dormido,tras este sinfin de conexiones inconexas y sin haberme ido por las ramazs del amor y lo contenta que me siento, supongo que disfrutaré de este fin de 21 acurrucándome en el sofá y durmiéndome para no romper con las tradiciones.






Firmado: Agustina Sansenegger











martes, 18 de enero de 2011

peleas con el mundo


Sin duda las luchas más difíciles son las que mantenemos con nosotros mismos. Batallar con algo que sale de nuestro interior se convierte a menudo en un trabajo costoso pero bien recompensado. Siempre me empeño en pelearme conmigo misma por aquello de sentir que podría evitar ciertas presiones efectuadas por mí a mí. Es perder el tiempo y derrochar fuerzas, todos tenemos peleas con cosas que a priori son consideradas "nosotros mismos", en realidad si no tenemos peleas internas se podría decir que estamos muertos... Puede parecer drástica la ultima frase pero el mundo interior no carece de nada de lo que presume el exterior.





Y es que hay detalles de nuestra personalidad que no desaparecerán nunca, lo doy por hecho. De todos modos está en mi mano aprender a dominar esos rasgos para que no ser únicamente eso. La mayoría de los días de mi vida transcurren con normalidad, en paz conmigo misma soy bastante más crítica con el exterior que me rodea. De todos modos hay días en los que me convierto en mi mayor rival, una competidora machacona muy dura de pelar.
Muchos años de duro aprendizaje no me eximen de momentos de enrabietarme, lo pillo por la cabeza o por un pie pero no me llega a coger del todo, mis enfados conmigo misma duran poco rato y no son lo que eran.
Lo que crece es mi rebote contra el mundo. Sí, en coche sale en su máxima potencia, y es que en medio del tráfico sale la fiera que todos llevamos dentro y como no soy yo la conductora puedo permitirme sacarla, así llegará cansadita a casa y dormirá. Toda noticia del telediario requiere mi comentario de ciudadana quemada con todos (incluidos a los que me siento afín) y ni el fútbol se libra de ser en ocasiones motivo de mis quejas. Nunca jamás dejaré de ser una peleona, es mi sino, y mientras las peleas conmigo mismo decrecen esa ración de mal humor y ganas de bronca se redirige hacia el resto del mundo, nunca cercano (0 casi nunca), más que nada la impulso hacia la sociedad que no me escucha cuando despotrico, a la tele, a la radio,... lo que sea menos quedarme sin quejarme de nada media hora.
En la intimidad de mi hogar sale el superhéroe que todos llevamos dentro, la lucha contra la injusticia y el desorden organizado es muy sencilla desde mi sofá, eso sí, el acto fuera de él tiendo a dejarlo para otro día. Quizá algún día me enfunde en las mayas y me ponga la capa para comenzar al fin la batalla, o quizá siga quejándome de todo desde el sofá de mi casa viendo como mi perra pelea con spiderman, sin duda más cómodo y divertido.




viernes, 14 de enero de 2011

WELCOME HOME AUDREY

¡Ya está aquí!


Hoy me he despertado mucho mejor que ayer, la gripe está marchándose o al menos está más débil. Me ha dado una tregua para poder vivir la mañana con ilusión infantil. Nerviosa y contenta poner la cafetera ha sido mucho más agradable que cuando lo hago con un ojo abierto y otro cerrado antes de ir a trabajar pese a haberlo hecho hoy más temprano.






Una vez en el coche el camino hasta Elgoibar se me ha hecho larguísimo, pero hemos llegado y allí, en una cajita sobre el capó de un coche estaba ella. Una bolita negra, mi bolita, nuestra bolita Audrey.






Puestas las patitas en casa ha dado su vuelta de reconocimiento y ha encontrado esa micro alfombra a la que desde que llegamos no hemos sabido darle ningún tipo de utilidad, ni sabemos cuál es su finalidad, ya la tiene, Audrey ha descubierto que sirve para ella, no sé para qué pero es para ella. ¡Qué graciosa está caminando torpe por las baldosas! Aún no ha pillado el tranquillo a andar por suelos embaldosados pero sospecho que le gustará más la terraza cuando le coja en truco.






Es un bebé, duerme, despierta y vuelve a dormir. Entre sueño y sueño revolotea a mi alrededor y yo no podría estar más contenta. Bueno sí, podría completarse esta escena con una Summer vigilante desde el otro lado de mi sofá... de todos modos Audrey ha vuelto a hacer de nosotros una familia de tres.






Dentro de un rato hará su primer viaje en topo para conocer a parte de su familia, conocerá Trintxerpe, no puedo esperar más para presentársela a mi family.






¡Bienvenida a casa Audrey!