ERES MUY REAL.!

A veces me paro sólo a mirarte, a ver tu cara y pensar que eres aquel que estaba pero no conocía. A mi cabeza le cuesta asimilar que eres él, relacionar las diferentes figuras de ti que tengo en mi mente hasta llegar a la que formas hoy... no llego a ver en ti a ninguno de ellos, y a la vez sé que los eres todos. Ni el malote de 4º, Igor López, el vecino de Iván, el chico de mi cole que redescubrí en la rotonda, quien desde la sombra clicaba un me gusta sin decir nada más, aquel al que pedí una inventada sesión de fotos y con el que quedé en el Udaberri.... todos ellos eres tú, pero no puedo verlo... porque eres tan distinto a como te esperaba, que hoy eres tú.

No tenía ninguna esperanza de encontrar a quien reuniese las cualidades que hacen de una persona la persona ideal para tener a mi lado... creía que varias personas pueden tener ciertas cualidades, o pueden ser muy afines para estar cerca, pero no tenía fe en que esa conexión pudiera darse unida a una atracción física, intelectual y al amor. Y como siempre, si no lo buscas, encuentras.

Soy consciente de que se puede idealizar algo y a alguien al enamorarse, y es precisamente el haber visto todas esas cosas en ti antes de enamorarme lo que me hace dar más crédito a mi percepción de que he encontrado alguien hecho muy a mi medida, con quien sé que puedo hablar, o callar y me entenderá (o en casos extremos de los míos, trataras de hacerlo).

Reconozco un cambio en mí,... y es que antes me empeñaba en seguir buscando un patrón de personas que me beneficiaban cero, chicos que me confirmaban mis sospechas de que yo era alguien menospreciable, buscaba inconscientemente algo dónde ya sabía que no lo encontraría, solo para tener a quien culpar de mi malestar, por no ser yo la que erraba repitiendo caminos maltrechos sin un buen destino.

Y hoy me siento respetada al 100x100, siento que tú me respetas como ningún chico (o casi ninguno) lo había hecho antes... y yo me respeto como nunca lo había hecho en un pasado. Una relación sin faltas de respeto, ni atisbos de que pueda haberlas proximamente me deja crecer sin encogerme, y estabilizarme sin altibajos dramáticos...

Yo quiero tenerte a mi lado siempre, porque nadie me había hecho patalear...y eso no tiene precio.