CAMINITO EN MOTO

Había olvidado lo que es hacer un camino en moto al aire caliente, con el sol brillando y la carretera libre de tráfico. Veinte minutos de camino al trabajo, con algunos coches de por medio, pero muchos radares que aminoraban su marcha y hacían de mi travesía algo más relajado, no me apetecía llegar, no solo porque iba a trabajar, también porque estaba la mar de agusto sentada en mi moto.

La vuelta ha sido mucho mejor, en pleno partido del mundial los coches de toda la provincia parecían haberse evaporado, a penas un par de motos y tres coches me he cruzado antes de llegar al centro. Cuánto dan de sí 19 minutos en moto para que mi mente divague sola mientras yo me centro en la carretera, desde pensar cuántos minutos tardaré en llegar, intentar calcular cuántas señales hay en cierto tramo de carretera, adivinar qué semáforo encontraré en rojo,... juegos de distracción sin perder la concentración, absurdeces por ser incapaz de dejar mi mente en blanco (creo que eso es algo que es imposible de hacer, ¿Cómo no vas a pensar en nada? al menos tendrás que pensar en no pensar nada). Y cuando quiero darme cuenta estoy en la rotonda de entrada a mi barrio, oooooooh.... terminó el airecito en la cara, la sensación de dinamismo, el momento de por fin salí de la tienda.

Y ahora me marcho, me quito las chanclas, me rehago la raya del ojo, me paso el peine y me voy a darme un paseito. Espero poder hacer una de Summer, me gusta recibir saltos en las piernas, lametazos y aullidos,... mi neurótica peluda me hace todo tipo de fiestas al verme, y me gusta tanto!! Qué bien tener una perra loca, no me gustaría que estuviera menos desequilibrada! :)