viernes, 30 de abril de 2010

CRECIENDO

No debe ser del todo normal llegar a casa a las 2:40 a.m. y sentarse en la cama a escribir; primero a papel y boli y luego sentada en la cama con el portátil sobre las piernas... no debe ser normal, pero para mí se ha convertido en una rutina, mejor llamémosle costumbre que suena mejor.


Hoy después de un ratito de charla he recordado cuantas cosas sabemos en teoría pero no utilizamos, y hasta que no nos pasan no damos por aprendidas de verdad. ¿Quién no sabe que un insulto es intolerable? ¿Quién desconoce que las frases peyorativas son faltas de respeto? ¿Cuántas palabras feas hacen falta para descubrir en ellas algo humillante? ¿Cómo se llega a pasar por alto un mal gesto tras otro?


Es muy sencillo y muy complejo a la misma vez. Muchas veces vemos y escuchamos lo que queremos ver y escuchar, lo que necesitamos para estar más tranquilos. Nos aferramos a personas, situaciones y relaciones, solo porque solos creemos no poder, no ser suficiente. Hay veces que la idealización de lo que tenemos delante, de lo que querríamos que fuera, lo que pensamos que podría ser, o incluso lo que algún día probablemente pudo ser, eclipsa lo real.La idea de lo que desearíamos llega a convencernos de que así será,... pero no es, los seres humanos no hemos desarrollado esa capacidad de dar vida a los deseos. A la mayoría de la gente nos atemoriza estar solos, y en esas situaciones no podemos pensar: "mejor solo que mal acompañado". Y cuando te sientes tan poca cosa que tu mayor bien es esa persona que tienes al lado, da igual como te trate, da igual como le trates, hasta que no haga algo que haga click en tu interior y reacciones, seguirás aferrado a la idea de lo que pudo ser, querrías que fuera, crees que será. Y aguantas cosas que nunca creíste que soportarías bajo ningún concepto, y haces cosas que siempre pensaste que no harías, que van en contra de tu forma de ser, de tu principios (muy entrecomillados, subrayados y en negrita).


Llega un día en que todo ha cambiado, yo he cambiado. Y desde mi "yo" de ahora he descubierto que la vida te trata unos días mejor y otros peor... y que las personas también te pueden tratar bien o mal, y está en mi mano saber dónde me acerco, qué cosas tolero, cuales fomento, de qué manera me comporto y respondo.


En el momento en que ahora me encuentro, tengo una persona que me trata como nunca me había tratado un chico, con quien puedo darme más cuenta aún de que las cosas pueden ser fáciles, en esta vida difícil y bueno no son sinónimos como he venido creyendo desde que recuerdo. Las relaciones sociales, lo fácil es bueno, si es difícil,.... no es tan bueno.Una persona con quien comparto muchas cosas, sobre todo el respeto mutuo que en mis relaciones anteriores escaseaba hasta límites insospechados.

Es una persona con la que camino... no el camino por el que derrapo sin control.COnectamos desde el primer día, pero poco a poco hemos aprendido también el uno del otro muchas cosas que a mí personalmente me hacen crecer, querer cada día vivir mil cosas nuevas, y sí, que él esté conmigo. Es la persona que llevaba mucho tiempo esperando, paradójico que siempre haya estado tan cerca. Supongo que ahora era el momento.

Y aprendemos viviendo, pero deberíamos ser más listos. Si ya sabemos las cosas antes de que pasen, ¿Por qué necesitamos que se lleven a cabo para reafirmarnos en el conocimiento?


2 comentarios:

  1. Me alegro mucho de que te sientas asi, que tengas ganas de vivir, de descubrir cosas nuevas... Y lo mejor de todo, me alegro de que hayas conocido a una persona tan especial para ti, la verdad es que te la merecias...y que te tratase bien??? mas todavia. Esta claro que poco a poco vas aprendiendo cosas del otro y que te ayude es lo mejor que te puede pasar, pero otras veces (como yo) ese otro no te ayuda en nada.

    teQ!!!

    ResponderEliminar
  2. uno que quiso ser alto pero ya noviernes, abril 30, 2010

    creciendo y lo que queda...

    ResponderEliminar