Hoy me ha tocado currar unas 8 horitas y media, suena a horror, pero salir a las 18.30 ayuda a verlo con otros ojos, sobre todo porque hasta el martes no tengo que volver.
Jornadita completa, ha habido de todo... Gente enfadada pidiéndome cambios sin ticket, la típica subnormal sin ningún tipo de respeto ni de educación tirándome montañas de punto al suelo, una abuelita pidiéndome conjuntos para su nieta (con esta he disfrutado, se ha fiado de mí, cuando vea a una niña de 16 años con el conjunto exacto a alguno mío puede que sea su nieta), dependientas de "la tienda de al lado" y sus airecitos de superioridad...arggg, estas ultimas son las peores... parece que trabajar en una tienda de la misma empresa pero con americana les da más valor, mas categoría y a mí, me da la risa.
Y dentro de una hora me marcho al pueblo, ese sitio al que siempre me arrepiento de ir cuando llevo dos horas allí... el único lugar del planeta en el que las vacaciones se hacen largas. Mi summer me lo agradecerá,... mi mente me lo agradecerá,....desconexión por un ratito.
Summer en el pueblo es perro, recuerdo cuando ella se creía persona, ya no pasa, ahora sabe que es perra y le gusta serlo. Pero no siempre fue así, como ya he dicho en un tiempo se sentía persona, y en el pueblo recordaba algunos ratitos instintos enterrados, hasta que le salían ampollas en los pies por no estar acostumbrada a andar por el monte, era una urbanita. Siempre peinada, siempre mona... Ahora que es una perra no siempre está peinada, pero vive más feliz, dejándose ser lo que es, corriendo diariamente por el monte... persiguiendo gatos, y mordiendo palos... me encantas Summer.
Le quiero tanto que pienso que no se puede querer más, me da miedo querer más que eso.
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