18 DE ABRIL DE 2010

Pocas veces he sido tan consciente como ahora de que hay cosas contra las que no puedo luchar. Hay partes de todo eso que creí que me libraría que no se irán, que son parte de mí y me puedo dar con un canto en los dientes si consigo detectarlas y mantenerlas a raya.

Y cuesta hacerse a la idea de que no me libraré del todo de esas idas y venidas de ideas, percepciones, sensaciones y obsesiones. Percibir que me vienen es suficientemente importante como para que esté orgullosa de haberlo conseguido, después de todo es fruto de un trabajo personal duro. Ver que cada vez viene menos y con menos intensidad debería ser motivo de alegría y esperanza de que algún día cese del todo.

Ninguna persona se libra de pensamientos desagradables de vez en cuando, y como muy a mi pesar soy humana, tendré que asumirlos como rasgo de ser humano. De todas maneras, hoy no siento nada malo, ¡Quién diría que alguna vez dijese esto en domingo! ese día que alguna vez tanto odié.

Esta noche he tenido pesadillas. Más bien una pesadilla, solo una que volvía cada vez que me despertaba y volvía a dormirme. Y cuando pasa eso, y además te despiertas y aún no has sido capaz de dejar la sensación del sueño a un lado, no va pasándose el malestar hasta que no va pasando el tiempo y la cabeza se va acomodando en el mundo real.

He soñado que mi hermano mediano se mataba, y yo no sabía vivir sin él, no lo había pasado tan mal en mi vida, ni siquiera despierta, ha sido horrible, y ahora mismo recordándolo me caen lágrimas. ¡Qué chungo es ese cacao sueño-realidad que se forma el cerebro! Además se mezcla con situaciones reales y menudo lío debe tener mi masa gris hoy para seleccionar realidad de ficción. Esto sumado al sube y baja de hormonas propio de este momento de mi cuerpo.. bufff vivo hoy en una montaña rusa emocional... Pero me siento bien, estoy contenta, un domingo más feliz, ¡Empieza a convertirse en una rutina que no quiero abandonar!