jueves, 20 de mayo de 2010

XXI




En un colegio de Donosti, de cuyo nombre no puedo acordarme, espera sí lo recuerdo, San Luis ¿No?,...no ha mucho que estudiaban una niña de ojos grandes, y un niño un par de años mayor.



Los dos vivían muy cerca, se cruzaban, se sabían compañeros de colegio, pero no interferían para nada uno en el día a día del otro. Tamborradas, carnavales, tu el 5 azul, yo el 8 blanco... Pasando los años, cada uno desempeñaría un rol en el colegio, una entre los panolis de 2º... esos críos, y el otro un malote a visión de ella...desde abajo todo se ve más grande de lo que es en realidad


Pasaron años, años y años, y en una fiesta se encontraron,... la niña había crecido y claro, ya no era tan niña. Un par de frases cruzadas y muchas miradas que no salieron de ese bar...
Observando desde la sombra sin intención de dar un paso más, él la veía a ella, y ella no creía que a ese chico ella le pudiera interesar!

Dos vidas diferentes, viajes, cambios de ciudad, y casualmente un día de fiesta a la misma discoteca fueron a parar, ella utilizó las miradas creyendo tener poderes mágicos que le atrayeran hasta ella, no dieron más resultado que un hola y poco más...pero la semilla estaba sembrada.
El gran invento de las redes sociales, y las mentirijillas piadosas como excusa para quedar hicieron el trabajo que sin ellas.... estaría aún sin empezar. Primero era solo "me gusta" al final salió el pequeño valor de comentar. Un café en el udaberri y después de eso todo fué coser y cantar.





Toda la vida tan cerca sin saber que eran tan iguales, y que tanto se podían dar. Ya es el segundo 21 y sé que cada mes de cada año uno para nombrar tendrán.


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