Tarde de patines

Ayer me descubrí a mi misma de repente subida en una long board... y calzada con unos patines, obviamente a dos momentos diferentes, ya las dos cosas a la vez hubiera sido la ostia!

Yo, que ayer me había vestido de señorita, pantalones claritos, camiseta de florecitas rosas y taconazos rositas... una monada de niña....y llego y hay juguetes!!! ¿Cómo voy a resistirme a hacer el mongolo? Justo ahora que estoy librándome de mis prejuicios y haciendo un poco más lo que me da la gana... unos tacones no van a pararme y ¿Que hago? pues dejarle a la pobre Erika descalza, sentadita en el banco. Con los patines me siento minimamente estable,... recordando mi pasado de patinadora de redonchel no fue tan chungo, la long ya... se escapa de mis dominios pero otra confesión es que me gustó... siempre he pensado que me gustaría dominar esas cosas, demasiado arriesgado para mi casi cuarto de siglo y mis piños, una de cara contra el suelo puede ser gore.

Subida en los patines, con el corazón en la garganta y a punto de estrellarme contra el muro unas diez veces... reconozco que me gustó. Nos calentamos y: ¿Qué, nos compramos unos patines?

Me gusta desinhibirme de vez en cuando y pasármelo bien... a ver si cuando me sienta segura me atrevo a hacerlo en un lugar donde haya más personas que nosotras mismas... eso es otra historia.