lunes, 14 de marzo de 2011

Cenita, charleta y risas

Me encanta rajar, eso no es nada nuevo para quien me conozca al menos un poquito. Si abro la boca me cuesta horrores volver a cerrarla. Es cierto que hay personas con las que pasado el tiempo me sigue resultando fácil conversar largo y tendido y disfrutar de un ratito de esparcimiento carnavalero.











Un trío peculiar formado por una Vikinga, una India y una enfermera "sangrienta" (por otorgarme identidad en esta historia), un par de zuritos y ya estábamos al día en nuestras respectivas vidas, di que el facebook facilita no perder del todo la pista de las personas que nos rodean.






Una cenita nos esperaba, y cual intrépidas vikingas-indias-enfermeras, osamos indagar en el significado de "rellenos secretos de la abuela", grave error, lo que escondía ese rocambolesco nombre eran dos pimientos con albóndigas introducidas a presión sobre una porrusalda sin puerro. Lo intentamos, doy fe de que tras ciertas experiencias me había convertido en alguien capaz de comerse todo lo del plato, no fue así esta vez. No pudimos ocultar al camarero que el secreto sorpresa no nos había convencido ni sorprendido en buen sentido. El resto de la cena estuvo bien, yo particularmente ya estaba llena pero pequé de adicta al chocolate y pedí el crêpe con chocolate. Ojiplática me quedé con la aparición del postre, como bien dijo Zaira: me lo habían hecho con una paellera... sin duda.


Ratito de comida y palique, con la lengua cansada buscamos el carnaval, nos costó dar con ello... Encontramos una cervecería extrañamente vacía pero tras una salida y vuelta a entrar estaba a pleno rendimiento. Nos ubicamos al lado de un grupo lleno de antenas y terminamos mimetizándonos con el ambiente. Entre canciones nuevas y no tan nuevas terminé afónica, no por cantar ya que soy bastante fan del play-back sino de seguir hablando por encima de Melendi al oído de mis interlocutoras. Hacía mucho que no me introducía de pleno en el pachangueo, pero pase el tiempo que pase las canciones poco varían. A las 3 de la mañana estaba en mi cama roncando tras una noche en la que me lo pasé como una enana.





Me faltó encontrarme con mi hermano, lo busqué hasta la saciedad y me iban indicando al parecer con pistas falsas. Pero apareció, eso sí, cuando yo ya no estaba. Otra vez será.



Espero un cafecito para comentar la noche y seguir charlando que no va nada mal. Porque después de años sigo sintiéndome muy agusto con vosotras chicas. Y todo hay que decirlo: reírme me gusta casi tanto como hablar. ¡Mil gracias!


3 comentarios:

  1. ¡Coño!...¿pero ese no es Fernan?¿estás segura?...si le pinté yo y ese está clavadito a mi chunguidiseño!

    La verdad es que las tres podríais ser las componentes de cualquier comparsa carnavalera donostiarra.

    Ya nos tienen acostumbrados a estos desfiles en los que bailan con patadita cruzada y palmadita doble en caos ordenado, osos panda con leones con temática "la selva"; así que nadie se alarmaría si la vuestra se titulase " la conquista de América"...¿no?

    En el primer grupo la vikinga Leif Erikson, plantando la bandera en Vinland.
    En el segundo la sioux Caballo Loco, defendiendo sus tierras frente a los invasores extranjeros.
    Y cerrando filas tú en la carroza con unas camillas y montones de ingleses, incas, pies negros, españoles, noruegos, aztecas, mohicanos, holandeses ensangrentados caídos en batallas por conquistar y defender tierras a los que curas con esmero.
    (NO te quejes, es que me eras complicadita de encajar)
    ¿Ves como no es tan difícil encontrar un nexo de unión a las cosas por muy diferentes que parezcan?
    Siempre hay algo que nos une.

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  2. el fer da miedo!!! y el trío ni te cuento!!

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  3. que vamos a dar miedoooo!!!XD yo también disfrute mucho! (menos con el primer plato... el "secreto de la abuela", que por mi, se lo podía haber llevado a la tumba!XD)

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