domingo, 29 de agosto de 2010

TARDE DE SÁBADO, OBSERVANDO A LA ESPECIE

Al ver a dos tíos de vientimuchos haciendo gracias por ver unos calzoncillos (en una tienda de lencería) no puedo evitar sentir una mezcla entre rechazo y vergüenza ajena. ¿No ven unos cada vez que se visten por la mañana? En algunos momento me sorprende o absurdas que pueden ser ciertas personas. No sé si no han crecido o simplemente hay algo en ellos que no evolucionará jamás. ¿Cómo algo que ven a diario puede hacerles tanta gracia? Ojalá a mí ver unas bragas me divirtiera tanto, pasaría el día de risas...^^ Eso sí, los boxer que sacan de as cajas para reírse un ratito los dejan fuera para que yo pueda pasar luego un buen rato recolocándolos.

Un poco después entra por la puerta una mujer que desde dónde estoy puedo identificar como una cliente que será poco agradable de atender. No me equivocaba, su cara al preguntarme confirma lo que su pose ya me había adelantado. Una busca chollos venida a más creyendo que dependienta es igual a: "Ser inferior que nació para servirme al que me está permitido hablar todo lo despectivo que me venga en gana". Como por casualidad las únicas cosas que le han gustado son prendas de las ultra-rebajadas de las que no quedan tallas se va sin comprar nada, con su cabeza bien alta mirando para arriba y sacando culo.

Mientras un chico se pasea como quien no quiere la cosa a lado de la ropa interior femenina, esperando a que e duende que ayuda a los novios a comprar regalos se le presente y le solucione la papeleta. Yo que no creo en esos personajillos, se lo pongo fácil y le ofrezco mi ayuda pero lo que necesita es un milagro porque su intención es comprar un sujetador sin tener ni una idea aproximada de la talla que tiene su novia. Y claro, en este caso decir la frase que usan todos los compra-regalos en los demás casos;"es más o menos como tú", resultaría comprometido. Prefiere marcharse con el propósito de indagar a talla. (No volverá, ni siquiera a primera vez tuvo el valor de pedir lo que buscaba, demasiado osado repetir la jugada).

Emi aparece en escena, y no es una amiga ni conocida. En realidad conozco su nombre porque una semana sí y otra también viene buscando que hayamos rebajado o rebajado y siempre reserva cosas de las que se lleva un 1% (de ahí que conozca su nombre) Ayer reservó un slip que hoy le parece muy pequeño, ¿Habrá encogido durante la noche en a trastienda? Se lleva otros para un regalo, me imagino que llevarse dos le haría no tener que volver la semana que viene y dos semanas sin pisar a tienda...demasiado! Lo que me sorprende es cómo le sorprende que conozca su nombre, no es que tenga una gran memoria pero he tenido que reservare cosas un millón de veces, puedo recordar tres letras y su orden....

Últimos clientes a las 10 de a noche cogiendo lencería y dejándola enredada en los frontales,... sospecho que no querrán nada pero lían todo a las 10, 12 después de tener a tienda abierta un sábado ¿No han tenido otro momento? y se van... dejan tras de sí una pared desordenada y a mí sintiendo la mayor rabia del mundo, pero ya está, ya no entra nadie más (aunque lo intentan aún viendo la puerta cerrada... manda huevos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario