domingo, 15 de agosto de 2010

DOMINGUITO VERANIEGO PASADO POR AGUA



Miro a mi alrededor y contemplo el caos, no entiendo cómo es posible que el propio odio al desorden sea lo que me ha llevado a la desorganización más absoluta. Así es, tanto me agobia el desorden que en cuanto tengo algo fuera de su sitio ya no piso mi habitación, llego y dejo las cosas antes de irme al salón... y tras días con esa conducta ni siquiera quiero dormir en ella, me voy a la cama de mi hermano que está de vacaciones, mi cuarto desordenado me hace sentir de todo menos paz y no me siento agusto en él. Hoy he dormido en mi cama, desafiando a mi mente y prometiéndome que hoy definitivamente pondré las cosas en su lugar y me desharé de todo lo que molesta por inútil. El primer paso está dado, escribo desde mi dormitorio, estoy dentro de él y no ha pasado nada, ahora toca vaciar el mueble que me apalancaron provisionalmente y he decidido aprovechar para guardar parte de mis absurdeces "no tirables".

Debería hacer limpia en la ropa, sé a ciencia cierta que hay ciertas prendas que no me pondré por muy sin estrenar que estén y por mucha etiqueta que aún lleven colgando. Este tipo de prendas que son un mega chollo, tan tan grande fue ese chollo que todavía no he encontrado el momento en que usarlas ni con qué combinarlas^^ Si viviera en una serie americana de sobremesa ahora estaría haciendo una barbacoa y un rastrillo (no entiendo por qué llaman así a lo mercatas en el EEUU de la tele, a mi con esa palabra me viene a la mente un juguete de playa), tendría en mi jardín una mesa de camping con la basura que yo no quiero puesta en venta para el resto del pueblo, y una burra con la ropa que no soy capaz de echar definitivamente de mi armario. Pero no estoy allí, estoy sentada en un cuarto ultra desordenado tratando de animarme a recomponer otra vez el desorden que mi miedo al desorden provoca.

Un domingo en el que veo la lluvia de agosto por la ventana y no me importa lo más mínimo vivir en el país de la lluvia es por defecto un buen día. Ni rastro de la ira común entre mis conciudadanos por el clima tan agradable que poseemos, nada de rabia porque la Semana Grande se dé pasadita por agua,...no me importa, quejarme por eso sería muy incoherente después de llevar años diciendo que no me gusta esta semana, y no me gusta, no veo ninguna pérdida en suspender unos fuegos artificiales (que pocas noches veo). Y si hay algo que me sorprende las noches de Semana Grande es el conocimiento pirotécnico de los donostiarras, de repente a las 10:45 de la noche todos son verdaderos expertos en cuestión de fuegos, midiendo el sonido, la luz y descubriendo la calidad en comparación de los de la noche anterior... La verdad es que con un helado en la mano y un jersey a los hombros parece que se entiende del tema jiji. Igualmente en otro momento estaría refunfuñando por el mal tiempo, pero hoy me he levantado con la mente calmada y pocas ganas de quejarme (siendo yo la mayor quejica del mundo debo haber tenido sueños preciosos que han amortiguado mi mal humor aunque no los recuerde).

Lo único que tenía pensado para hoy era bañar a la perra por ahí y llevarla de ruta, obviamente ese plan queda suspendido por lluvia así que tendré que hablar con la otra parte del comité de domingueros a ver qué se propone como alternativa.

Y un detallito importante de la jornada es que hoy tengo en la city a una amiga de Barcelona a la que no veo hace año y medio, con toda la ilusión hoy tengo visita :)

1 comentario:

  1. algún día caerá el helado pre-fuegos... prometido.

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