UN PUENTE PARA TODO

Un repentino cambio de planes ocasionado por la aparición de obligaciones que hacían post-poner mi viaje a Londres hasta nuevo aviso terminó siendo el mejor puente improvisado que haya podido tener (pese a las adversidades climatológicas y el shock de asimilación del check out en el que reparé dos horas antes de que se hiciera efectivo).

Cambiemos Big Ben por una Ikurrina de 10 metros, Wesminster por San Juan de Gaztelugatxe y el Café Royal de Londres por el Txiringitue,...
tras eso el plan es similar; compañía inmejorable, lluvia, mil fotos y pocas ganas de volver. Dos días en Mundaka, no son 15 en el Caribe pero han ayudado mucho a romper con la rutina; he disfrutado mucho de mi puente inesperado.

La lluvia que amenazaba siguiéndonos de cerca nos dio tregua hasta la tarde, así que pudimos pasar la mañana en Mundaka paseando con la cámara al cuello cual guiris donostiarras. Hicimos un tortuoso camino de curvas y cuestas pero la lluvia no nos permitió cumplir el plan establecido. Un ratito casero de lo más agradable lo sustituyó, ¡Me gusta! click! Al día siguiente terminamos esa ruta.

Antes de comenzar la caminata camino a la ermita en el peñón el rollete excursionista parecía ser algo que pudiera adoptar como costumbre, agradable sensación de aire, naturaleza y ganas de ver cositas.
El camino de ida me hizo intuir que no estoy en la mejor forma del mundo, pero nada como la vuelta para cerciorarme de que mi resistencia es nula, no tengo poca, es que directamente sé que se fue de puente junto a mí interés por el excursionismo. Recordé lo odioso de las excursiones del cole a las que siempre me arrepentía de acudir justo a mitad del camino lo malo de este caso es que me faltaba la cantimplora y por supuesto en lo alto del caminito no hay fuente , como dice cierta persona: será símbolo del sacrificio implícito en la fe cristiana. Una vez pasado un rato de la pateadita, la sed y el calorón viendo las fotos me alegré de haber visto aquel lugar que no está nada mal haber conocido pero al que intuyo que nunca más volveré mientras no haya funicular.

La pena de no pitar London City este mes ha sido bastante amortiguada por la escapada vizcaína. Si le pones imaginación puedes encontrarte derepente al lado de casa las praderas escocesas, la muralla china, lugares tan importantes en la historia contemporánea ,...