¡ALGUNAS COSAS SÍ LLEGAN!

Dicen que todo llega y aunque sigo sin creer a pies juntillas esa frase hoy mi voz interior me dice: "¿Ves como todo llega?", y le dejo hablar, porque hoy sí me gusta lo que dice. Me cuesta creerme que de verdad es "Ya", hasta que no me vea en mi sofá en pijama no seré realmente consciente de que esta vez es de verdad.

No es la primera vez que hago las maletas y salgo de casa, pero esta vez es muy distinto. Las anteriores no eran más que huidas, y si tenemos en cuenta que de quien huía era de mí misma, pues ya tenemos la respuesta a la pregunta de si logré o no perder de vista a lo que me alejaba de la felicidad. Otra de las cosas que dice la sabiduría popular es: a la tercera va la vencida,... tengo toda mi fe en que esta tercera mudanza sea la ultima desde el cuartito rosa.

Un nuevo paso en el camino que afronto con muchas ganas, es un reto a muchísimos niveles. Administrarse, adaptarse a costumbres ajenas, organizar el tiempo, adecuarse a un entorno nuevo,... todo eso va en pack con la independencia. Me suena bien aunque sea consciente de los contras de las obligaciones, los pros son lo suficientemente fuertes como para eclipsarlos.

Tras capítulos de seriales terroríficos y caseros+agencias pidiéndonos distintos órganos del cuerpo a cambio de un techo (y nada más que el techo) dimos al fin con algo que se acercaba a las necesidades y posibilidades, que sumado no es nada fácil de encontrar. Es un lugar pequeñito y tranquilo, un rinconcito para comenzar a comenzar, para seguir siguiendo.

Con esto vendrá la perrita, algo más que me ilusiona,...un regalo de reyes que esperaré con los mismos nervios con los que esperaba el mocosete allí por 1992. Trabajaré la paciencia este mes y medio que nos separan, me vendrá bien para aprender a esperar que no es precisamente mi mayor virtud. En cierto aspecto este tema es bidireccional en mi conciencia, en parte siento la falta, en la foto que tenía hecha y requete-hecha de mi día de mudanza Summer tenía un papel protagonista, pero c'est la vie, y hay cosas que ocurrirán tarde o temprano. Porque en el sentido negativo también es cierto, todo llega.

Las contraventanas rojas me recuerdan al mes de junio, a mis sueños de contraventanas rojas en casas blancas, lo sé, es una coincidencia como otra cualquiera, pero es una coincidencia que me gusta y me da alas a pensar que algún otro de mis sueños recurrentes pueda terminar ocurriendo también. ¿Quién sabe? A lo mejor más allá de poderes paranormales lo que ocurre es que buscamos semi-conscientemente en la vida de día lo que soñamos de noche.

Y bueno,... ahora que ya es YA, disfrutar del momento con el cinturón bien apretadito.

Cojo aire, echo un suspirito y sonrío, nada me había motivado más en mi vida.