martes, 26 de octubre de 2010

QUE LA SUERTE TE ACOMPAÑE

Si me preguntas ¿Crees en la suerte? Casi siempre dudo del sentido de esa pregunta. ¿LA suerte? Compuesta por factores que se entrelazan e interactúan entre sí, no un destino escrito, ni en hechos manipulados a la voluntad de seres supremos ni maleficios terrenales (a veces maleficios seguidos de una patada en el culo si tienen poder). Pero hoy mi respuesta al pensar en esa pregunta sería más rotunda, la mía no. No sé si la suerte como concepto pueda existir pero desde luego mi buena suerte se agotó el día en que tomé aquel café en el udaberri hará ahora unos 8 meses. No es poco lo que encontré ese día, aún así me mosquea acumular tantas putadas ¿Qué tipo de ser supremo tasa las cosas buenas y equilibra la balanza con contratiempos? ¿Cómo se sabe si ya has amortizado el número de créditos en mal fario?

Mi portátil está clínicamente muerto, su actividad cerebral no ha sufrido daños pero su aparato motor ha preferido no volver a andar, vamos, que se me ha roto la placa base y sin manera de cargar la batería el pobre "Dellito" no volverá a ver la luz. Lo de menos es que tenga que agujerear mi agujereada cuenta si quiero comprarme otro, es que mi querido portátil financiado no está finiquitado, y pagar algo que ya no está es incluso peor la X en la casilla de la Iglesia al hacer la declaración,...

Un poco de dramatismo exagerado después me siento más de mi rabia por lo del ordenador, del enfado que no termina de acabarse por algo y ya se aviva con fastidios nuevos. Me quedo tranquila al darme cuenta de que ya no hay más bienes materiales que destruir, ni vehículos que reparar, ni mascotas que perder, eso ha pasado y todo se calma. Tras el desahogo tengo un poco más de disposición a buscar hotel, porque sí, me voy. Con ganas y también con miedo de que me cague un cuervo como mezcolanza cultural a mi lista de cagadillas de esos meses.

Dejando a un lado mi victimismo, esperaré que mi abogado me diga que me pagan algo de pasta inesperada por aquel golpecito que me dio un coche de la ertzantza al disponerse a tomar un café aparcando en la entrada de un parking. Una vez reparada mi moto yo olvidé el tema, y el domingo al llegar a casa y ver otra carta del seguro gruñí maldiciendo mi suerte antes de abrirla y leer que me tocaba alguna indemnización, una buena noticia, aunque sean 10 euros van a ser venidos de la nada por nada, así que aunque espero que no sea ese ridículo 10... lo que venga agradecido se cogerá.


Me centraré para seguir con mi buen humor anterior a las 7 de esta tarde en seguir indagando sobre mi escapadita, ver hoteles y lugares que me apetecen y pensar en unos días fresquitos en la mejor compañía. Solo una web mirada y veo el peso de lo positivo, me ilusionan mucho esos días allí. Fotear mucho para tener monotema en el blog un mes después, para llenar otro álbum que poner en la balda, para postalear y frikear, fotofrafiar al fotógrafo,y pastelear a mi novio; cumplir todos los tópicos posibles al visitar una nueva ciudad. Mirar a mi lado y emocionarme por ver quién está más que por dónde estamos. Todo es mucho mejor ahora, aunque esté en el mismo sitio.

Ahora toca cerrar los ojos y ponerme a dormir, un poquito más de lo que correspondía porque por consultas y demás he tenido que cambiar al turno de tarde, me podré ronear un ratito de más, y tener que cerrar luego es para mí un mal menor si por la mañana no tengo que ir hasta allí. Así que buenas noches y buena suerte!

1 comentario:

  1. llegaremos y el big ben estará con el minutero perlando, el mercadillo de candem cerrado por crisis,las cabinas rojas sustitudas por mobiles con tarjetas pre-pago... pero nos dara igual!!!

    ResponderEliminar