INTERCONEXIÓN DE INCONEXIONES

Parece ser que esta vez va acercándose el día y es cierto, unos días de escapada. No vienen nada mal los 11 días de vacaciones que me tocan dentro de poco más de una semana, que aunque me queje de poca actividad laboral es trabajo al fin y al cabo, y cumplir un horario cada día es por sí solo un deber que pesa. Dicho sea de paso, mi preocupación por acostumbrarme a no tener que currar demasiado durante mis horas aumenta, pues si antes me sorprendía del poco ajetreo, ahora una cola de dos clientes a la vez me parece un momento de bastante trabajo... Me parece que me acomodo a eso de no moverme, tan solo espero que antes de que me llegue a gustar haya terminado, sino será muy duro volver a currar in action.
Me cuesta bastante adaptarme a esta era cibernética y osar comprar billetes de avión por internet, me fío muy poco de todo lo que no me dan en la mano como confirmación de que es mío y es de verdad. En casi todo puedo aplicar para mi punto de vista la frase: "si no lo veo no lo creo". Soy muy de ver y tocar para confiar y creer, y si pensar en un aeropuerto ya me hace sentirme un poco Paco Martinez Soria en la ciudad, tener la inseguridad de comprar billetes online es como llevar directamente la maleta de cartón atada por cuerdas. Me pilla muy lejos comprar billetes por internet, hacer transacciones bancarias (en mi caso tan importantes como fraccionar un recibo o hacer un traspaso de 100 euros), o cualquier cosa que de otro modo tendría un intermediario responsable de la veracidad del trámite y un resguardo que no hubiera que imprimir con mi impresora que nunca ha funcionado bien o nunca hemos sabido utilizar, y que siempre se cruza justo cuando corro el gran riesgo de hacer una gestión vía internet.
Volviendo al origen de la cuestión, por fin tengo unos días de vacaciones y con un porcentaje alto de probabilidad por fin pisaré Londres. Aunque sean 3 o 4 días de viaje es un ingrediente indispensable para que unos días libres se sientan como vacaciones. Aire fresco de contaminación europea, visitas a lugares de los cuales unos cuantos me decepcionarán por tener ideas preconcebidas e imágenes cinematográficas poco veraces almacenadas en mi mente. Volver a caer en la conciencia del inglés pésimo que hablo y recuperar la tranquilidad poco después comprobando que los gestos y los monosílabos son suficientes para tirar millas.

Mi estrés cuando tengo que coger un avión, organizar tres días en los que mi ansia pretende sacar minutos de los segundos para correr y ver, andar por una ciudad desconocida; todo esto será una dura prueba a superar por mi novio, espero no terminar congelada de frío tras un chapuzón en el Támesis como respuesta a mi acelere, si yo fuera él tendría que controlar muy mucho mis impulsos para no darme un empujoncillo si no al río a una fuente que me deje claro que ¡Ya vale de dar por saco! Algún día aprenderé a relajarme y no tomarme unos días de viaje como un tremendo trabajo de organización.

Un rato en facebook tras escribir el párrafo anterior y mis ideas se afianzan. Mis gustos crecen y mis rechazos aumentan al mismo ritmo (o más). No paro de ver en el muro "fulanita" ha sido etiquetada en el álbum "fiesta 2010"... y es que hay tuentis y facebooks que se alimentan nada más que de fotos de farras. No quiero que se me malinterprete, no veo nada de malo en salir de "marcha", lo que me comienza hace ya un tiempo a aburrir son los mensajes en mi buzón de email con avisos sobre nuevas fotos, pero al verlas me parecen las mismas, ¿No lo son? Ah no, en estas la gente va vestida con otra ropa, me había despistado las personas, el escenario y la posición exacta a la que vi ayer . Seguramente mis fotos en redes sociales aburran a ese sector del mismo modo, y por esa aversión a ciertas tendencias he hecho limpias en mis páginas, porque mirar mis albumen me aburría también, y me mostraba un rollo que no va conmigo en este momento. Hay gustos para todos, aficiones numerosas, y no descarto que algún día me apetezca una fiesta, después de todo no siempre me disgustó. Pero el paso del tiempo, haber encontrado quien me aporta una alternativa que va mucho más conmigo, la imposición de la pose de ver quién va más guapo o quién mola más, el alcohol como elemento indispensable, esos y muchos detalles más hacen que cada día me aleje más de la idea de fin de semana como momento en el que desfasar y desinhibirme.

Lo malo de mi creciente enfrentamiento a salir de noche y sobretodo a tenerlo como centro de planes y conversaciones me limita bastante, con lo que consigo tenerle aún más paquete al mundo nocturno, sus roles adquiridos y afianzados a lo largo de los años en los que las mismas personas permanecen en los mismos lugares con la misma actitud pero con unos cuantos años más.
Hay quien me dirá que no salgo porque tengo novio, y tienen parte de razón, pues tener una pareja me ha influido no como barrera a mi libertad sino como alas a poder adquirirla del todo y pasar de lo que se supone es el recorrido semanal normal, ese que termina en un agónico domingo. Nunca creí que esta frase saliera alguna vez de mi boca o de mis dedos, pero en cualquier caso de mi cabeza sin duda pero: cierto es que prefiero ir a ver un partido mañanero de mi hermano de la mano de su fotógrafo oficial que cualquier planazo de sábado. Quiero otra cosa, y en ello estamos :)