Ayer pasé una hora mirando vuelos a distintas ciudades de Europa soñando con unos días de escapada, y se me iluminó la bombilla. Hoy toca micro escapadilla a 15 minutos de casa, chorritos en la espalda y desconexión para un dominguito pasado por agua. Ni siquiera había reparado en el gorro de piscina que tanto tema me dio la vez anterior, eso pasa a un décimo plano una vez superado el minuto 0 de chorreo.
Había cerrado el ordenador para darme una duchita y preparar mi mochila para irme, pero como viene siendo habitual cuando me meto al lavabo mi familia se asusta pensando que no podrán entrar en horas y les entra a todos (los que están despiertos a estas horas del domingo) las incontrolables ganas de entrar antes de que yo encienda el grifo de la ducha... así que les cedo el paso, y al final soy yo la que espera sus remoloneos frente al espejo.
No tengo un minuto más, al final como siempre el tiempo de sobra no sobraba y ahora corro de un lado a otro de mi casa sin saber muy bien para qué he ido a cada habitación... así que aquí dejo mi blog por hoy, a la vuelta le dedicaré un ratito más.
Ondo pasa!
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