siempre verano, pero hoy nada brilla

Por primera vez desde que abrí este blog escribo desde el dolor. El dolor de la pérdida, la sensación de vacío, el temor ante un sentimiento tan grande, más incluso de lo que pensaba cuando elucubraba sobre su llegada, cuando ya decía que sería el peor día de mi vida en ese momento.

Y es que mi perrita se ha ido, y no llego a creerme que ya no la veré nunca. Que nunca más me pondrá el morro bajo la mano para exigir caricias, que no vendrá a tumbarse entre mis piernas cuando me siente, que no se pondrá como una loca en el asiento de atrás del coche cuando montemos...

Ella era un perro sí, eso no lo olvido, no le hago persona. Pero era mi perra, y la recuerdo tan pequeñita persiguiéndome y temiendo a todo el resto del mundo y de las cosas, lo único que no le asustaba era YO, y me seguía cada movimiento, desde entonces hasta ayer. Casi cinco años en los que ha sido mi guarda espaldas y mi sombra. He pasado en estos últimos años momentos muy duros, muy difíciles, y Summer ha sido para mí una ayuda en muchos aspectos, una compañía cariñosa cuando aun rodeada de gente me sentía muy sola.



Sé que era una cafre, que un gato delante hacía que nada ni nadie tuviera autoridad, perdía el norte. Y salió detrás de uno, con tan buena suerte que algún flipado demedio pelo de los que abundan hoy en día subidos en coche bajó a toda ostia por una calle en medio del barrio. Sí, es cierto que ella saldría disparada seguro, pero si bajas a la velocidad que tienes que bajar o la ves o al menos el golpe no es mortal de esa manera. No lo vi,pero mi cabeza no para de recrear el momento tal y como se lo imagina, memachaca la idea de pensar en ello y escuchar el grito que soltaba cuando le hacías daño de alguna manera. Me duele.

Voy a echar de menos a Summer, mucho, muchísimo....yeso aun sin haber asimilado del todo que ya no está. Cuando llegue el domingo y no tenga que pensar a qué sitio llevarla a pasar la tarde voy a romperme de nuevo. Y es que hoy estoy partida, es un día duro que parece que no termina, tan solo acaba de empezar.

Lo paradójico de todo esto es que precisamente hoy que estoy sintiéndome tan profundamente triste, tan abatida, tan sin ganas de nada...es hoy cuando me confirmo a mí misma que nunca había estado mejor mi cabeza, sé muy bien que en otro momento no muy lejano hubiera mandado todo a la mierda, no estaría despierta, no querría saber nada de las ilusiones que aunque hoy no brillan siguen vivas.

Summer, gracias por haberme ayudado en un camino que no fue fácil, por ayudarme a sacar afecto cuando era de hielo por fuera.

Siempre siempre será verano en mi corazón.