lunes, 13 de septiembre de 2010

Leireando


Nada como no tener de qué hablar en concreto para simplemente dejarme ir sin acotaciones. Hoy siento vivo al personajillo divagador que llevo dentro, intenta recuperar su hegemonía sobre mí pero no encuentra el hilo del que tirar así que sus razonamientos enrevesados mezclados con el sarcasmo que en algunos momentos fue un tapa sentimientos para mí pero que hoy es sin duda una de las mejores maneras que encuentro para liberarme de porquería sin ponerme derrotista, o poniéndome pero en un derrotismo que me genera buen humor (aunque parezca contradictorio)...pues eso, las divagaciones de mi Lei divagadora caen en saco roto por esa dificultad de encontrar el hilo generador,... llevo todo el día dándome cuenta de que cada 3 cosas que digo o escribo 2 son frases muy dignas de mi momento cumbre como teórica de la vida bajo el influjo del frikismo.

Ayer hablando sobre los genes, cualidades heredadas, estaturas familiares,... llegué a la conclusión de que soy la precursora de la involución en mi familia, y no he errado en la palabra ni estoy auto machacándome una vez más (eso se me pasó de moda). La cruda realidad es que mido menos que mis progenitores, un cachito apreciable, y mi duda es: ¿Mis hijos continuarán mi estela en línea descendente? No quiero ser la culpable de que mi primogénito mida menos de 1'55 por involución impuesta. Es muy poco probable que haya dado con un descubrimiento ultra novedoso en la biogenética, me bajo de la nube y cojo la idea realista, que mi estatura menor a la de mis padres sea una casualidad con mezcla de genes varios, mi abueli es bastante pequeñaja, pero ¿Por qué he retrocedido en la media de crecimiento? Indagaremos sobre el tema ahora que me gusta ser pequeñita. (Digo indagaremos con ningún sentido de investigaciones científicas, me refiero más bien a darle un parrafito con excentricidades al tema en mi publicación de mañana).

Sigo con mi búsqueda de la decisión perfecta frente a mis expedientes abiertos por doquier. Y en esta decisión se mezclan como condiciones, razones y empujones muchas cosas. Los prejuicios ante no tener estudios que me gustaría rechazar pero tengo muy interiorizados, tener que hacer algo de lo comenzado por limitar el periodo y que la inversión en matrículas haya servido para algo real a parte de asegurarme un sitio en libro giness como la alumna que más veces se matriculó en una (o varias) universidades públicas, tener metas cercanas que requieres soporte económico limita mis opciones a las combinables con un trabajo a jornada completa, el saber que lo que me interesa no es momento de hacerlo, saber que lo que pretendo terminar no me dará nada más que la tranquilidad de no haber desaprovechado del todo los años de periplos. Frente a estas señoritas y muchas más que acuden a mi llamada me siento y trato de sacar algo en limpio, no es tarea fácil decidir si lo que quiero es lo que quiero de verdad o lo que querría querer para sentirme más con un papel en el que Juan Carlos firme que soy licenciada (perdón, Graduada con todo eso de los planes de educación). Respiro hondo y mando a todos mis argumentos tanto de un lado como del contrario a dormir, les he pedido que vuelvan en un par de días porque sí o sí hay que decidir, el mañana siempre llega.




Me siento agusto incluso con mis agobios existenciales y mis dudas en terreno de estudio sobre la decisión correcta, o si no hay una correcta al menos la más adecuada a mí y a este momento, me siento agusto aún cuando no tengo ni la menor idea de qué hacer con todo eso. No me ha venido el ogro del agobio y el "no tengo nada" a amargar la existencia, me siento bien, y mientras terminar unos estudios es algo más en mi vida no va a ser lo que me haga sentirme desgraciada no tener claro cuales de los comenzados finalizar, a qué ritmo, en qué momento... Antes me ahogaba en mi sentimiento de trabajadora sin cualificar para el resto de mi existencia, ahora tengo claro que serlo o no solo depende de lo que yo decida, y que aún haciendo mil cosas puedes terminar exactamente donde empezaste. No hay nada de malo en que elija una cosa o la otra, siempre que sea una elección y no una resignación ni una postergación de la toma de decisión.

Mañana entro por la mañana y no creo que tenga gran cantidad de clientes que estudiar desde mi mostrador. Ahora que las siento lejos incluso añoro a los kilos de personajas impresentables que toreaba en el Bershka, de vez en cuando un poco de movimiento de chonis, alguna maleducada que caldeé el ambiente o cientos de francesas en busca de sirvientas en lugar de dependientas animaba el cotarro y daba a una servidora mucho de qué hablar y mil cosas de las que quejarse...

un besito, y bona nit!

Fa molt que no escric en català. En el meu *fotolog vaig fer alguna publicació però fa temps que no viu en aquest idioma i em sento maldestre. Per les faltes en tots els sentits, ho sento per endavant!

1 comentario:

  1. seremos los papis de un nuevo david el gnomo en el futuro¿¿

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